jueves, 16 de septiembre de 2010

.Cpitulos de la Novela FLOR DE INCESTO del Prof. Victor Arias

Flor DE INCESTO
NOVELA DEL PROF. Víctor Arias.
Capitulo Uno.
Sergio Milagroso Fabián, padre de Narcisa, de Antonia Josefina, de Pastora Minerva y de Sergio Rabel, murió de un infarto al el miocardio, cuando se enteró que Justina Fabián muriera de fuertes dolores de cabeza, al enterarse que tenían que vender todas las propiedades y dejar la villa por ser acusado de prácticas de hedonismo erotismo salvaje, y de un abanico de acciones incorrectas en contra de la naturaleza humana. Pero lo que horrorizó a las familias de Villa Santa Dignidad, fue la coincidencia de que el señor Sergio Milagroso, era hijo del señor Sagrado Generoso Fabián, hijo de una cadena de hermanos y de hermanas gemelos y gemelas en actos incestuosos, tíos del padre de la señora Mayté Josefina madre de Anacaona Josefina Fabián, abuela de Justina Fabián, esposa de Sergio Milagroso padre de Sergio Generoso Fabián y este de Sergio Rabel.
Se da cuenta que en Villa Real, donde se establece, existen 17 casas con piso de concreto, y con techo de zinc, que de las otras 23, ocho tienen piso de madera, las demás lo tienen de tierras soleadas.
Luego de enterrar, a Pastora Minerva, su hermana y que recibiera el apoyo, que sus padres perdieron en villa Dignidad, estando calculando la forma de establecerse… piensa que el mundo es del tamaño de la mente, de aquel que lo concibiera, así sería bueno, útil o limpio. De eso estuvo tan seguro como sabía que había nacido en Bajabonico de las Aromas, donde habia 36 matas de Juan Primero sembradas por su primer abuelo Sagrado Generoso, en los días que supo que Jacobito Lara, había matado al presidente Ulises Heureaux, supo que su padre nació en la tarde de 1911, fecha escogida para que Luisito Tejera, diera muerte al presidente Mon. ¡Pero Bueno! Esa no es la cuestión, porque lo que ahora a Sergio Rabel Fabián le importaba, era preparar un plan de estudio superior a los que emplean las escuelas en las facultades de Humanidades, de cualquier país capitalista. Y buscar la manera de vivir sin tener que manifestar de par en par sus raíces de la que ni somos culpables pero si muchas veces somos victimas.
Oigámoslo en su propia voz: ¡Juh! Comenzaré por las sociales, debo conocer los países de donde trajeron a los primeros negros, luego de las invasiones europeas. Debo conocer principales naciones, nombres de las tribus mandingas. Malinké, dicen que sólo hay 8 millones de mandingas residiendo en Ganbia, Guinea Bissau, en Senegal, sierra Leona y Malí. Debo conocer todos, no puedo dejar de lado a Liberia, a Burkina y a Costa de Marfil… se que son muchas las naciones humilladas que debo conocer y lo haré.
Yo tengo los ojos marrones, como el cacao seco, muy saltones lo que no tengo es, muchas pestañas. Mi cabeza es grande como un coco de agua enjicarado, me pongo sombreros de los usados en la guerra de independencia en los campos de batallas del 1863, en cualquiera de las islas pisoteadas por las panteras europeas. Me gustaron las soletas y las hice con pedazos de goma de viejos camiones de los que se incendian o mandan a quemar las plantaciones de cañas en los alrededores del central amistad.
Me acuesto muy temprano vivo en una pequeña casa, tan pobre como la cabaña de los puerquitos del bosque, donde rondaba el lobo, en el cuento de la caperucita roja, hoy día de San Jorge, me acodé en los horcones de la choza que servía de almacén pensando que la tarde de mi vida se me estaba acercando y no sabía dónde estaban las hijas o hijos que debía tener. Recordé la leyenda de esa manifestación espiritual, al que han ubicado como patrón de la literatura y de las alianzas militares y en la antigüedad, de la hidalguía caballeresca. He tenido que variar el paragua de mis antecesores, pienso que lo aprendí, escuchado a un viejo amigo de mi abuelo, don Sergio Generoso Fabián, que esta divinidad estuvo ligada a la búsqueda de la luz y de la superación social, más que de la individual. Para eso me ha servido el acodo de la vieja enramada. Cuanto llego a ese bendito lugar entro a un huerto donde me convierto en una superficie donde fluyen recuerdos que yo nunca he vivido… las imágenes que me visitan son pequeñas palomas demócratas llevan banderas con un letrero en el centro del lienzo que dice abajo las tiranías. Sabemos que el Vale Santo Jorge, era europeo, donde fue más que querido venerado. Pero no se adelanten a desubicarlo… eso es, de los días cuando las naranjas medievales, eran agrias y, las palomas, que venían para las islas y continentes e islas, y territorios caribeños, fueron convertidas en cuervos de picos y garras envenenadas. Juh, vinieron diciendo que era mentira la fábula del dragón que muere pisoteado por las patas de su caballo blanco, je, je, je. Qué gente esa, que por el color y el pelo… se creen superiores, se creen llevar en su cuerpo la estrella de la superioridad. Este viejo Jorge nació en el 275 de la era de Jesús, investigadores lo creen haber nacido en el año 280, Yo no lo creo de esa manera…Juh, para mis antojos, fue en el 278 términos medios, a pesar que dicen que sus padres eran Romanos, les puedo informar que la abuela de aquel San Jorge nació en loma Isabel de Torres, provincia Puerto Plata. Y que por la furia de los elementos del mundo, de los cuervos blancos, se lo llevaron a las llanuras Gregorianas y dicen que su padre se llamaba Geroncio, el verdadero era Jerónimo Polanco. Debo irme a levantar un carrito de cacao casi seco, que tengo al sol. Me he convertido en comprador de libras de semillas de cacao. Se acerca un chubasco, una llovizna. Pero primero le repetiré que ese Jorge que nació en la Isabel de Torres, que luego el tiempo lo secuestró, bajaba…, como hoy se baja en el teleférico, y llegaba hasta territorio de provincia Barahona montando en un gigantesco guaraguao, siendo un púbero aún, los tatarabuelos de Lilis y de Luperón visitaban su residencia en la montaña de los tatarabuelos, de la familia Ogando, de José María Cabral y de otros traviesos, de la historia primitiva. Ese Guaraguao, no era feroz, ni con Jorge, ni con otros jóvenes, varones o hembras…Lo que le puedo asegurar es que nuestro guaraguao no pidió la entregara de la bella Angelita, hija de Trujillo como el dragón, exigió la entrega de la bella Silene, hija del Rey. Me quedé durmiendo acodado de la enramada que servía de almacén, pensando en la posibilidad de algún heredero o heredera.


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El caso de Juan de la Madrugada era de lamentar, se hallo derrotado luego del derrocamiento del gobierno, del Profesor Bosch, en el que había puesto las anheladas esperanzas, como todos los humildes y pobres campesinos.
-Y hasta llegué a creerme hijo de una rama descendiente del reino Vegetal, pariente de la arboleda del paraje. Según creencia de su mamá, la vieja Azucena Antigua, éramos hijos de don Juancito Primero, un grande y frondoso árbol, que arropaba toda la entrada del cortijo de los Antigua Núñez.
Cuando pienso en esas cosas me da risa cargada de un acento doloroso, con resinas lastimosas muy oscuras. Nuestra abuela, de acuerdo con mamá Azucena, era doña Cayita Roble cortaban la palabra doña, traída de los montes Turquinos o del pico Duarte. (Le decían Ñacayita,)
Eso si me duele, y mi voz tiene más quejas que palabras, lo que más me duele, es la pérdida de la democracia, y dije - juh, un hombre tan bueno, que nos la trajo, desde el 27 de febrero del 1963.
-¡Si hombre! casi un millón de personas se manifestó a su favor. Entonces, ¡vale…! Un grupito, menos de 36 sicofantes, invade el palacio y lo sacan, llevándosela de raíz.
-¡Mucho más…!
-¡Si compadre! me causa grandes dolores en la espalda y en las rodillas, hasta se me olvida pensar, en el amor que me niega Alda Luisa. -¡Me duele el derrocamiento!
-Se que ella huye de mi,
-Yo también lo creo, pienso que cree que conozco su pasado.
-Estoy casi seguro, de que ella es novia de su padre Amadeo.
-Nunca lo he visto, nunca he visto cosas, que se parezcan siquiera, sin embargo, hace 8 años y 34 días, que estoy creyendo, que el muchacho que parió por los hijales era de Amadeo Naranjo.
-Juh, es lo que me llega al centro de mis creencias. A las que acepto y confío.
-Y parece que se siente bien.
-¡Me duele el derrocamiento!
-Supe después, que grupos de dominicanos en el exterior, estaban preparando un fondo para la restauración del gobierno del profesor.
–No compadre, el hijo del General Ludovico Fernández, que fundó el movimiento Enriquillo.
-Me di cuenta también, por voces más seguras, que eso no era cierto, sino que seguidores de las hermanas Mirabal Reyes, se estuvieron reuniendo en loma El Guayo, en propiedades del Señor Félix Henríquez y en la Prieta de doña Isabel Vargas Vásquez, en la barba de la cordillera septentrional, entre Palmar Grande y la Damajagua de Altamira.
-Yo me considero ahora menos desarticulado y hasta reí como el que se había sacado la lotería. Me di cuenta que podíamos recuperar las horas perdidas.
-¡Eso si es cierto! nunca estuve en la escuela, pero lo aprendí de las charlas del profesor Juan Bosch.
-Los seguidores de las hermanas Mirabal Reyes, eran de las mismas líneas de Cayo Báez, de las mismas alforjas de Manolo Tavarez.
-Y de Yuyo de Alexander.
-Esperé. Nos enseñó, a esperar. En esos días conocí a un estudiante de Puerto Plata, de nombre Jerónimo Escaño, que murió en el Limón.
- Esto no lo ha dicho nadie, en verdad Jerónimo Escaño murió, en los Pomos, cerca de la Escalera, de Altamira.
- ¡Juan, Juan! Escuché que me llamaba, salí y…
-Ahí anda un señor de nombre Amadeo, que le desea ver. Su compadre Silito, me mandó a ponerlo al corriente.
-¿Dígame usted don Juan, qué le digo?
-¡Dígale que venga!
-Cuando llegó a mi propiedad, luego de saludamos y de hablar del origen suyo, comenzó hablando de su hija Luisa.
-Me dijo,- ella me dice Made, pero el verdadero nombre mío es Amadeo Merejo, la dejé asustada, porque yo llegué huyendo como un zeppelín y le dije que iríamos a vivir para villa Real. Y aquí estoy. Me enteré que usted estaba dando terreno a partir beneficio, yo estoy dispuesto a usar los suyos si no nos perjudica. Sergio Rabel me informó que ya usted no iba a ser negocio con su tierra. Me retiraba hacia la propiedad de Hortensio Sandoval que sembraría 800 tareas de caña, y supe que la mayoría de esa tierra está sembrada de cacao, y de aguacate.

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Yo, pensaba en mi padre, el señor Amadeo Merejo, me sacó de esos bellos pensamientos, la inesperada llegada de Lucinda Contreras, mi amiga. De inmediato fuimos a la cocina a colar café para compartir contándonos nuestras experiencias amorosas. Lucinda Contreras me contó que había dejado a Honorio Durán, porque vivía metido en la casa y no buscaba nuevos horizontes.
-Le dejé el muchacho y me llevé la hembrita, la gente lo tenía harto, diciendo que ningunos de los tres muchachos, eran suyos, por eso lo dejé.
-Pues si, le dije a Luisa, cuando vi a papá, que llegaba huyendo de esa manera, creí que algo muy malo le había ocurrido, y lo peor fue cuando le vi el cuerpo camino a tomar gusanos, cargado de troneras que se hizo con charamos y con las púas de las alambradas. Sentí miedo porque pensé que algo muy innoble andaba metido Made, después me explicó. Lo curé y cuando le enjugué el cuerpo con una toalla subidita de calor ambiental se quedó dormido por tres, horas. ella me miraba llena de dudas. Made se desnudó en mis rodillas y yo en las suyas. No te asombre que te he lo contado varias veces, fue el quien me inauguró, como un buen conductor ha conducido su motocicleta en mis curvas y en mis líneas. Juh, así ha sido. No nos avergonzamos porque lo hacemos sin hacerle daño a terceros. Cuando se me ocurre hablar de él delante de Daría, que fue una de sus mujeres, he dicho que Made es un charamo. Ese es mi ramo romántico, mi aromático y sentimental botín.

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Mi estancia están cercas de aquí dijo Juan de la Madrugada Hiraldo.
-Mañana iremos a medir las tareas, no doy más de 9 a nadie y bajo las condiciones que le he explicado, piénselo para que demos los pasos de las firmas y de la medición. El contrato lo firmamos, bajo las firmas de tres testigos, dos de las líneas del adquiriente y uno de la parte mía. La idea central dice –al final finalizar, al cumplirse los cinco años debo entregar, las 9 tareas, a los dueños genuinos y legalmente originales, sembradas de aguacates injertos.
Daría y su hermana Dulce Porfiria, se había marchado a Puerto Rico por los brazos de la ilegalidad, ahora estaban en New York, con todo lo de la ley, ambas mujeres se vieron obligadas a vivir en la flor del concubinato con Alfredo Dos Pazos, un señor de la tercera edad dueño, de agencias de venta de vehículos y de combustibles.
El señor Juan de la Madrugada Hiraldo, no tiene la menor idea de sus paraderos. Están bien, y se llevan como Tata a Valentín, sin ofenderse ni con las miradas, como uña al dedo. Cada mujer tiene una hermosa habitación donde independientemente se realizan, pero a la hora de hacer el amor, lo “hacen” en la que fuera de Juana Eulalia Payamps, la esposa del señor Alfredo Dos Pazos.
-Si te pareces no lo creas, dijo el Estudiante, a Luisa, amiga suya, pero estas dos mujeres son hijas de Juan de la Madrugada Hiraldo, estaban desaparecidas; Hace más de 13 años, que doña Hilaria Oliver, salió con sus dos pequeñas hacia Villa Vásquez, lugar de nacimiento suyo y donde celebraban el último cabo de años de su madre Cesarina Oliver, se comentó, que de regresó a Bajabonico de Las Garzas, donde para aquellos días residían, las tres venían en una camioneta la que fue incendiada con una bomba Molotov desapareciendo hasta los cabellos de los cuerpos. Fue un fatal accidente y a Juan de la Madrugada Hiraldo, le entregaron un acta de defunción, pero no vimos los calcinados cadáveres. A los oídos de Juan de la Madrugada ha llegado la información de que sus dos hijas viven en Puerto Rico. Nunca Villa Real ha visto, el impulso humano de Juan de la Madrugada, por saber la verdad de sus dos hijas. Ha sido acusado de indolente y hasta han surgidos especimenes dudosos. Algunos y, entre esos está el señor de la Madrugada, creen y lo han contado, que están vivitas y coleando. Que para la semana mayor estarán en el cementerio llevándole moro de maní y refrescos colorados a los difuntos. Se dice que será una sorpresa lo que ellas le tienen a su padre, porque en verdad, y yo lo aseguro, ya están en Villa Vásquez, para semana santa, entrarán a Villa Real donde don Juan de la Madrugada. Antes de pasar a decirte lo de Juan de la Madrugada, quiero que lo escuche y no lo guarde porque aún no estoy seguro de la verdad del asunto, se dijo en casa de la madrina de Daría y de su hermana Porfiria, que ambas están en casa de los hermanos de su madre y de los abuelos suyos. Supe que Daría se rompió la pierna derecha huyendo del terror que una cucaracha le ocasionó al verla mientras orinaba, también me enteré que Dulce Porfiria, cuando fue a ver a su hermana Daría, dando gritos de infelicidad, huyó despavorida al ver un hombre que orinaba y el pene era abarrenado como los cerdos. La descripción hecha por Dulce Porfiria, acercaba a la gente que lo que había observado en su alucinación fue a un lagarto arbolario… una como la otra, cuando recuperen energía llegaran a Villa Real. Juan de la Madrugada, nació en un vecindario llamado Trejo de los Vientos, se cree que su padre salió huyendo a integrarse a la lucha que se vivía el los años 1903 cuando Alejandro Wons y Gil y Eugenio Dechamps fueron electos presidente y vicepresidente respectivamente, siendo arropado por la guerra guiada por Calos Morales Languasco. Se quedó defendiendo a Woss y Gil, al siguiente año con la revolución del 1904, algunos dicen que estuvo en la guerra que se libró entre Rusia y Japón en ese mismo año. De su madre te diré que es pariente de Doña Daniela Silverio, el es un afro ascendiente. Está dedicado al cultivo de frutas y frutos de cortos ciclos. Oí decir que estaba parcelando sus dos haciendas, que estaba dándosela a las gentes hasta por 10 años y la devolverían sembradas de pangolas unas y otras de aguacates injertos.
Será cierto que era jefe del grupo los Bocaeros de la tumba, asaltante de caminos come animales ajenos en ríos, azoteas, fincas y portonzas. Lo he oído, pero de oír, a ver, hay alguna diferencia. No lo se, no lo se. Desde que lo conozco es un hombre muy displicente, demasiado extraño hasta creo que misterioso. Cosecha hortaliza que lleva a la ciudad de Santiago, en su parcela la que siembra ajíes cubanelas y Cachuchas laboran tres mujeres a la que le he visto pocas veces, de Isidra se dice que es hechicera, que tiene una Gallinita que se convierte en bicicleta voladora. Dicen que esa es su bendición., que se vuelve musarañas. De su origen no puedo asegurarte mucho por estar lleno de contradicciones. Aseguraba que vivía en unas chozas como las de los cerditos de la caperuza roja. El habla que su madre Según su mamá, la vieja Azucena Antigua, era hijo de don Juancito Primero, un grande y frondoso árbol que arropaba todo la entrada del cortijo de los Antigua Núñez. La abuela nuestra, de acuerdo con mamá Azucena, era doña Cayita Roble (le decían Ñacayita,) traída de los montes Turquinos o del pico Duarte.
Me marché a mi habitación pasé las horas pensando en Duldenia de las Amapolas, la imaginaba en los brazos de su hermano, o en los de su hermana Daría. Me quedé dormido y soñé que a quien en verdad amaba desde la definición de su pubertad era a Elda. Llevo dentro de mí ser, la creencia que son flores de incesto, eso me arruga, me estruja mi esencia vital.
La voz diciendo que las hijas de Juan de la Madrugada Hiraldo, estaban vivas, cundió hasta en los hocicos de los animales, pero con mayor entusiasmo en el alma de Villa Hemeregilda y Villa Real, estamos aquí, en la puerta de la casa de nuestra familia, se dijo que habría dicho Duldenia de las Amapolas, cuando fue asaltada por el grupo que se la llevó a una cueva. Yo, escuché, dijo el estudiante, decir, que ellas habían dicho sentirse aburridas en Villa Vásquez. Después de tres días de aquellos sucesos, Juan de La Madrugada, recibe la nota donde le decía que recuperaría a las hijas en Mamey de Charajima, si llevaba en muy buen estado los dos ojos de la gata Pili, y los dos pulmones del cabrito Marino, de menos 13 meses… todo el pueblo estaremos allí, dijo el estudiante, llevaremos de todos…yo fui quien leyó las últimas notas que llegaron, Juan de la Madrugada me las pasaba, El sentía dolor de estómago, al enterarse que debía sacrificar su pequeña amiga gatita, de preciosos ojos azules. El patio de la casa de Juan de la Madrugada Hiraldo, estaba de repleto de amistades hasta de Villa Dignidad, y de Trejo de los Vientos…me sorprendí, Juan sonrió al ver a Isidra, entrando a sus habitaciones. Era la primera vez que reía, la señora Isidra entregó, en un gran frasco, los ojos azules de la gata y en otro, los pulmones del cabrito Marino, de sólo 9 meses.

FLOR DE INCESTO,
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
Capitulo Dos.
De Isidra, se comentaba que cruzaba la isla en una bicicleta voladora, en el parecer de Villa Real, las alas eran de Gallinita. La gente dejó lo que hacía y en pocos minutos venía de Charajima, pero sin ningunas de las mujeres. El estudiante leyó otra nota diciendo, “si los ojos y los pulmones están sanos” sus dos hijas entrarán por el portal del Bajabonico, en menos de media hora. Y así ocurrió por la intervención de Isidra la Gallinita.
Villa Real tiene cuatro calles de sur a norte y dos de este a oeste. Hay otras menos grandes que mueren en patio y recovecos de hortalizas y uno que otros corrales de empalizadas cruzadas. En la Prof. José Antonio Fernández, que es la avenida de mayor circulación, paralelo a la Evaristo de la Cruz, es donde yo vivo, me llaman el estudiante, por las respuestas que tengo a las cantidades de preguntas que en los parajes de los lugares se hacen hasta en las calles. En la Evaristo de la Cruz, reside Juan de la Madrugada Hiraldo, quien llevaba tres días, en jolgorios celebrando la vuelta al hogar, de sus hijas Duldenia de las Amapolas y de Elda de las Vírgenes, la comida, el canto, los juegos, el vicio, las rifas, las fiestas establecían las líneas ortodoxas de los fines. Estoy más que alegre, satisfecho, con la presencia de mis dos hijas, a pesar que debieran ser más… se detuvo y recorría las imágenes de Amadeo Altagracia, de la mía, en la de Silito y de su hijo Luisa, que éramos los invitados de primera. Con la llegada de mis hijas a Villa Real, - continuó, Juan de la Madrugada Hiraldo- pongo fin a ese nudo que mordía mi garganta, a quien creyeron acabadas, muertas, sin embargo las creí desaparecidas, esa felicidad, que enamora mi corazón, que gobierna mi estado existencial, en parte reconozco que se lo debo a Isidra, mi asistente, y por los esfuerzos suyos, como por el auxilio y asesoramiento del estudiante. Los invitados se regocijaban oyendo las palabras del señor Juan de la Madrugada, considerado después de Antonio José, el más rico de los hombres del oeste del territorio del atlántico puertoplatéense…
Yo no tengo madre, expresó Luisa, vive con mi padre el cual me añoña y me consciente caprichos muchas veces venales. Calcula que a la mujer, aunque sea una mula tuerta o coja; muda o lisiada, hay que dejarla satisfecha en todos los ordenes.
Juh, me miraba con ojos lascivos, pero es mi padre. La noche estaba muy oscura, hacía mucho, mucho frío, ni en Constanza. Nos acostamos con las gallinas porque también tronaba, los relámpagos era trulinosos, asustaban a los perros de villa Hemeregilda y a los muchachos, de Villa Dignidad. Yo me mamaba el dedo pulgar de la mano derecha, si tenía miedo me subía en la pierna de Amadeo y allí me mamaba el del pie izquierdo. Hubo noche que creí haberme dormido ejerciendo sexo con Made, como me agradaba decirle…pero ahora los truenos no me asustan y me fui tranquila a mí habitación deseando que mi padre me llamara, a los pocos minutos: -Luisa-tráeme un fósforo, me llamó- porque su lámpara se había apagado. Y corrí llegando excitada, el frío en mí, multiplica mi erotismo, papá estaba desnudo de la cintura hacia arriba. Me dijo que le pusiera una solapa encima de su espalda, antes lo abracé simulando que me condolía. La lluvia arreció y con esa brisa, entraba por las dos ventanas de la sala; corría a cerrarlas. De regreso el viejo se había acostado y cerrado la puerta. Me dio deseo de pelear, de llorar y le bendije y el me respondió Dios te proteja, entonces, me puse a llorar, el no podía escuchar porque la lluvia era más, mucho más fuerte. Mi excitación seguía, desee que entrara el hombre charramos o el hombre lobo, o la mujer marrano, cualquier cosa deseé, una mujer estimulada sentida despreciada, hasta se baña si agua. Cuando continuó la lluvia casi 13 minutos de truenos y relámpagos escuché que me llamaba, fui la puerta estaba abierta. ¿Qué fue papá? Me pica la espalda fue que me dijo, ráscame… pero mis manos lo durmieron y quedó casi boca abajo. Me mordí una oreja y eso aumentó en 30 por ciento más, mi poder de excitación me quedé en su cama, en la madrugada hermana desperté complacida el hombre marrano vestido de estudiante entró mi cuerpo sin darme cuenta ocurría cuando dormía en la cama de mi difunta madre
Villa Hemeregilda, es una comunidad de 23 casas todas cobijadas de palmas canas 12 calles breves pero limpias, a los lados la pintura de las viviendas realzan el encache de lajas que cada residente colocó en los metros que como tal le correspondió. Muchas matas de caya y de Juan Primero con sus sombras prestigian el paseo vespertino en lo umbroso en la Villa Real como también se conocía el lugar. La gente acostumbrada a las labores agrícolas, a la de hostales y de zonas francas, ya no pensaban en el cierre del Central Amistad pero estaban andaban asustado porque oyeron decir que el presidente Leonel Fernández cerraría también algunas zonas Franca en todo el territorio nacional. En Villa Hemeregilda había 25 mujeres encintas, esposas de obreros de fincas y de zona franca, en su mayoría. Villa Real, es ahora un chiquero, sólo se juega y se bebe, hay 18 bancas para juegos de loterías. El vicio apaga las luces para la creación de mínimas acciones productivas. Una pequeña fábrica de Queso blanco, dos puestos de venta de desayuno y comida que consumen los riferos, motoconchistas y uno que otros jornaleros transeúntes. Un puesto de policías que ve poco, sufre de… déjalo hasta ahí, porque ahí llega… ay si, ese dice hasta lo que no dijo su abuela, y si bebe ron dado, ahí es que es peligroso y lo daña.
Villa Real se rehabilitó con la llegada de don Antonio José Silverio, procedente de la ciudad de los rascas cielos, había vuelto a Villa Real con el propósito de ver renacer lo que una vez el señor abuelo suyo tuvo. Don Antonio José Silverio volvió con las faldiqueras repletas de onzas y monedas de oro. Trajo dos camiones y un carro Mercedes Benz, un taller de hacer máquinas como panificadoras, para fabricar persianas, valorado en medio millón de dólares. Antonio José era divorciado padre de cuatro hijos varones, pero casó en Santo Domingo antes del regreso a Villa Real, procreando tres hijos. El hecho es que nuestro amigo Silverio, dueño de los proyectos más grandes de la región es visto por los hermanos y allegados como el padrino de Villa Real. Facundo José Silverio, es entre los hermanos, el más cercano, se creyó que podía empeñar y regalar lo de Antonio José. Son herederos de una hacienda descomunal muy grande y muy buena, la más hermosa y mayor de todas las riquezas del entorno rural de la provincia.
El señor Amadeo, ahora vivía en Villa Real, se había instalado a junto a su hija Luisa. Su casa queda en la calle Julio Medina N0 -12. Andaba buscando la calle Lorenzo Silverio, número 07, donde le habían dicho que vivía la señora Laurina hija de Don Silito.

Laurina, amaba la recogida de basura y pensaba que debajo de una de esas pilas que recogía iba encontrar una gema que la sacara de su pobreza espiritual. Sabía que poseía físicamente elementos y atributos que llamaban la atención hasta de las mujeres de la villa. Pero al no saber leer ni escribir trabajaba en la casa del señor Juan de la Madrugada.
Una mañana, que ya se habia levantado del catre donde dormía, estuvo en el espejo algo empañado, sintió que una energía poderosa la invadía y fue a parar de nuevo a la cama.
En lo que se cepillaba las uñas de las manos llenas de escorias negras de los basureros donde estuvo trabajando recordó haber soñado que les contaban sobre el desenvolvimiento de la yema de una Caya centenaria, era como un naranjo o como un limón agrio pero veía que se convertía en flor, luego de haber dejado de ser hoja muy verde. Lo que nunca podía Laurina limpiar en sus sueños, que era la repetición muchos en su niñez, era que veía como las ramas realizaban el amor como los humanos. En aquella infancia de insomnio y de pesadillas, llegó a sentir que era desflorada por los labios de una gema, reía porque sabía que las cosas, especialmente, las plantas o los elementos no tenían labios.
Llegó a temerle al espejo y lo destruyó porque era el causante de los sueños. En otros sueños, percibió que del brote de la centenaria Caya, salía como una separación una porción bastante abultada, que en su antojo observó la gema que buscaba. Ella estaba segura que se iba a desprender como los casos en los citoplasmas escinde en fragmentos duplos.
-Según mis caprichos, escucho los bombazos de las energías atómicas, decía.
Ella vivía cantando letanías y mantrases que alejaban la mala suerte, sacaba premios de la lotería nacional y hasta llegó a sacarse un fracatán pero en las calificaciones escolares no sacaba 5 de 10 puntos se caía por todos los barrancos y se quedaba atascada en los fangales de sus aspiraciones porque como la burra mansa como le gustaba a ella que la creyeran conocía a Sergio Fabián, el cual, le prestaba libros de lectura que hacía creer que leía. Odiaba a Laurina porque sin saber nada de letras andaba siempre del brazo de los jóvenes de mejores pintas.









FLOR DE INCESTO,
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
CAPITULO TRES.
Sergio Fabián, entró a la Biblioteca y sin muchas preocupación haló un texto de Química general que ya debía entregar se puso a buscar varios ejemplos de Mezclas homogéneas y heterogéneas…mientras hacía apuntes de las homogéneas, Jalea de Limón, recibió una ligera palmada en la espalda al darse cuenta que era Laurina, le sonrió y se fue con ella para la sombra del Mango José, nombre que le colocaron por alguien que cría, que ascendía de los árboles y no del mono. Y como en casa de su padre el señor Juan, se hablaba ese mismo lenguaje se hizo amigo del frondoso y celoso vegetal. Pero no sabía para qué dejaba su quehacer por salir con Laurita que solo habla de la Gema que soñaba hallar debajo de cualquier basurero.
-Oye Sergio… me dijo, déjame ayudarte con la tarea escolar.
-Crees que porque soy recogedora de basuras no puedo decirte que la arena con agua en una mezcla heterogénea, que el agua con aceite, y el aceite de azucena con el de coco seco, lo es también, que el chicharrón molido con puré de papa, es una homogénea ¿Esh, esh, esh? ¡Tu ves, ahí si me cagué! -Yo la miraba sin interrumpirla en ningún instante.
-Dime dónde estuviste en la tarde, luego de las llegadas de las hijas de Juan de la Madrugada, no volví a verte.
-Estuve en la fiesta de recibimiento que ofreció a la llegada de sus dos hijas…
-Si verdad, que me dijeron, eras uno de sus especiales invitados. Supe que dijo que vivía en Massachusse,
-Según parece el Imperio la deja vivir, sin reproches, sin censuras. La calamidad de la España boba, de la española, en el siglo 19, ahora ha resurgido en las barbas de los conejos rubios. Y tienen niguas en el dedo gordo del pie derecho y sífilis en el oído de la mejilla izquierda.
-Por carambolas habrán obtenidos esas clásicas enfermedades que ellos, los rubios enquistaron, en las rodillas de los soldados invasores. Parecen que las palabras del hacendado Juan de la Madrugada, su padre energizaba sus rostros, de pálidos estaban verdes oscuros. Que luego se tornaban, vistos de lejos, doraditos como un chicharrón de queso cimarrón.
-¡Jue, je, jeh! Especial manera de reírse de un hermano de doña Hilaria Oliver, cuñado de Juan de la Madrugada. Quien dijo que la muerte de su hermana lo había angustiado.
-Señaló eso también, le ocurrió a mi cuñado, que al no ver ni las cenizas de la difunta, sintió la esperanza de hallarla y aquí está el encuentro con las hijas de ambos.
-Las neblinas de su partida me la quité creyendo que estaban vivas -dijo Juan de la Madrugada. Del todo no fue así, recibimos mangú de plátano con guineos como una categoría de las circunstancias.
-La primera mujer que tuvo Juan de la Madrugada, murió por atraganto de un hueso de bacalao.
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La casa de la calle Evaristo Cruz, eran todas de tablas de maderas aserradas, pintadas de azul y blanco con listones rojos carmesí con ventanas con figuritas extrañas como acémilas y mulas voladoras, pintadas de amarillo pálido, con listones verdes en cruces símbolos Yoruba y Yemayá.
-¡Ton, ton!
– ¿Quién es?
-Soy Sergio Fabián, te vine a buscar, voy hacia la biblioteca.
–¡Uuuf, eres tu! Déjame arreglar la cama, ya salgo. Me estuviste hablando de resina de mango y agua de coco y aseguraba que eran Mezclas heterogénea…lo recuerda… si lo que te dije fue y me voy a citar:”el agua con aceite, y el aceite de azucena con el de coco seco, lo es también, que el chicharrón molido con puré de papa, es una homogénea ¿Esh, esh, esh? ¡Tu ves, ahí si me cagué! Hasta esas cosas dije.
-Juh, me costó mucho reconocer que me sorprendió nueva vez… pero lo que dijo ahora fue lo que me habia dicho. Pensé en silencio como el que mastica el aire. Pero de esa culebra ya no me sorprende nada. Laurita no tiene apellido para mí es un lujo social, labora en la casa de Juan de la Madrugada, pero solo hasta los viernes, los sábados y los domingos como los días festivos los coge para atenderse así misma y darle las manos a quien se la solicite. Es una muchacha muy alegre que no anda enseñando las rodillas, ni los sostenes. Tiene ojos grandes marrones, labios gruesos como una tajada de guayaba injerta, los senos suyos son pequeñas jaguas alargadas, sin pezones ju, ju, juh, tiene dentaduras tan parejas que parecen postizas. Ama la verdad, aunque es dueña de la imaginación más alocada y febril de Villa Real y de sus toronjas aledañas. Piensa que encontrarás una gema debajo de los basureros que abundan en los entornos y contornos de Villa Real.
Hace poco me estuvo hablando que debíamos fundar una escuela secundaria ajustada a los intereses de los habitantes de la provincia, y como consecuencia lógica de toda la nación. Comenzó a refunfuñar, cosa rara en ella, diciendo conjuros y hasta maldiciones, a favor de los que fundaron los centrales azucareros y finalmente a los que los privatizaron.
–De los padres Jerónimos no me hable usted, que yo lo conozco, eran piezas venales.
Me explicó que a partir de 1520 la producción cañífera fue enorme que hubo que enviar a la ciudad en 1521, por santo domingo y por Puerto Plata. Iniciando de esta manera el comercio y auge de la industrialización del azúcar. Para la primera década del siglo XVI se producen cambios enormes en la sociedad como fue la cosecha de negros esclavos. Estos curas Jerónimos gestionaron para la industria azucarera una serie de “medidas favorables para el desarrollo de la misma, tales como: la exoneración del pago de los impuestos por la importación de las maquinarias, reparto de tierras e indios, importación de negros esclavos entre otros”
-Tampoco me hable del presidente Fernández, que del profesor Bosch, es muy poco lo que hace. Usted sabe Sergio, privatizar los ingenios, es quitarle la comida al pueblo pobre. Es quitarle de la boca el biberón, a la niñez depauperada, ¿no lo piensa así usted?
Pasamos toda la tarde, muy calurosa de septiembre, hablando de proyectos y hasta de la gema que buscaba… y en la noche entramos a la sala donde nos pusimos a cenar. Me habló que su padre era de Guananico, específicamente de Rancho Viejito, entre Villa Guananico y Fundación. No recuerda a ningunos de los que fueron sus parientes.
-¡Eso creo!, me dijo
Demasiado, no es bastante, tampoco…, pienso que, sea suficiente, eran las ideas que iluminaban sus pasos cotidianos.
Se quedó mirándome y se recostó en cima del espaldar de la silla donde me hallaba sentado, mirándoles los ojos grandes y los gruesos labios. Después que vimos algunas páginas de pornográficas le dije que me aclara quien era: Silito.
Lo escuche decir -no tengo de que avergonzarse, soy un individuo que no como en casa de nadie y cuando me da sed me voy al río donde se baño y baño mis animales que son hembras las mayoría, las que vendo, y como los machos.
Silito es mi hermano, no es mi padre, pero permanecimos siendo novios durante toda la primera etapa de la juventud de una y de otro. Me aclaró
-Nos educaron para el mal, diciéndonos cosas que nos alejaban de la verdad, y esa actitud, en vez de lograr los propósitos de los viejos, no acercaba más. Hemos vivido en incesto- me dijo.
-El incesto, Fabián, es como la zoofilia que luego de probarla no la desea dejar. Eso dicen los peritos, pienso que sí, porque es una aberración, es un vicio.
-Esa Luisa… se detuvo y me miró como sondeándome, evaluándome, necesitaba conocer mi interioridad para poder decir intimidades de un tercero,…es amante de Amadeo su verdadero padre, en Villa Vuelos de Garza, todo el vivo, nacido y criado allí, sabe que ella es su hija que él le huía, porque es ella una desvergonzada.
Yo le agarré las manos que se derretían como un pedacito de hielo, las introduje en las mías, y las convertí en un emparedado. No estoy seguro todavía pero pienso que Laurita e Isidra son unas mismas cosas, unas mismas mariposas. Nunca se les ve juntas en ninguna actividad seria. Cuando está una falta la otra. Además son las dos personas de mayor parecido en Villa Real. En eso… ella me deja ciego, nubilado.


FLOR DE INCESTO
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
CAPITULO CUATRO

La primera mujer de Juan de la Madrugada Hiraldo, murió atragantada con una espina de bacalao, en toda las arenas de Villa Vásquez la consideraban como una de las mujeres mas honrada de toda la comarca. Luego se supo que era hermana de Juan de la Madrugada. No tuvieron hijos, ni se le vio que estuviera embarazada. Lo cierto fue que lo que para mucho fue o era un tabú, en toda lo amplio y ancho de la línea del noroestana era un manto de cultura y de civilización.
Laurita dijo: la historia esta llena de actos de incesto, el caso de mayor relevancia es el Edipo, el Lote y de Cambises. Lote vivías con sus hijas, los ancianos Incas se casaban con sus hermanas y con sus hijas. Según ellos debían hacerlo por orden de los dioses. Me dijo y con muestras de mucha seriedad, los faraones se casaban con sus hijas, para sostener sus riquezas y sus herencias como una de las manifestaciones humanas más naturales, en término cientista es algo ridículo decir que buscaban proteger el eslabón del feminismo, como fueron los casos de los faraones Amosis primero, amenofis y el de Tutmosis II, que contrajeron matrimonio con sus hermanas y sus hermanastras.
Oí a Amadeo hablando, con Juan de la Madrugada, en la terraza de la Piedra, me dijo Laurita esa tarde, ayer -le decía el placer que mayor me he dado ha sido en los brazos de Luisa, pienso que ella es la mujer más atractiva que he visto en toda mi vida. Juh, pienso que es algo enfermizo hacerlo dijo Juan de la Madrugada, con su propia hija. Oye amigo Amadeo, yo tenía muy pocos años cuando vi mi hermana desnuda y ella también me vio, nos excitamos, hicimos el amor y ella me dijo, Ruano, que era como me decía cuando me estaba invitando, pienso que estoy embarazada. Me asusté y dejé la casa hasta el día de hoy, jamás había hablado de esto con siño nadie. Después supe que tuvo el hijo sano y salvo. Escuché a los que estudian Genética que dicen que en la primera concepción no existe ningún tipo de peligro. Pues yo dormía con Luisa desde siempre, ya tengo 45 años y ella 26, antes de ser invadido por el aire del sueño, ella me acaricia la espalda y las rodillas, no se que es lo que encuentra agarrándome las orejas, era como una rutina cotidiana. Recuerdo que la primera vez, ella puso sus manos en mi ombligo después señaló que iba a orinar y la oí orinando como una niña, duró algo fuera de lo común y creo que me dormí, en dos o tres horas estuve en el baño orinando y me pareció que yo había eyaculado. Luego que me acosté en apariencia ella se hacía pasar como si dormía y en acciones de sonambulismo estuvo comiendo de mi glande. Otra noche ocurrió que ella me empujó hacia el borde de su lado izquierdo, y me usó como se emplea una jeringa o un plátano maduro…, cambiamos de posicion, ella arriba para sentirmela bien, fue maravilloso, todos los dias lo hacimos y después dormiamos como claveles y rosas. Fijese usted el hermano que sigue en orden de nacimiento a Antonio José, lleva 50 años en unión matrimonial con su hermana de padre, los primeros dos hijos, de los nueve que tuvieron han dado muestra de estabilidad emocional, con personalidad ajustada a los mordenes familiares, pero los hijos de ellos son, eso es lo que parece, débiles y algo desajustados espiritualmente hablando. Ven y dicen cosas que son increíbles. Una tarde, la nietecita que tienen como la estrella de la familia, y la creen genio. Exclamó, mientras contaba las 13245 nervaduras de las ramas más cercana a mi mecedora, la siguiente, era una serpiente tan enorme que sus ojos parecían más grandes que dos bombillas. Dijo además que fue llevada a la penitenciaría Nacional de la Victoria, paara que viera la manera como se le cortaba la lengua a los que hablaban mal de los esbirros del presidente. Dijo que no podia contar lo que veía porque era increible, pero las lenguas que cortaban a la gente se la echaban a la culebra que vi en las ramas del manjosé esta tenía la cabeza de perro, quien dirigía las operaciones era un anciano de nombre Genovevo Carmelo Mejía que era coronel. Cuando fui a comentar lo ocurrido, a Laurita, fue ella quien me dijo cosas, que a nadie yo había, ni siquiera pensado decir, que sólo yo lo sabía, era lo que yo creía. Volví a creer, que era cierto que, Isidra y ella, eran una misma gallina. Ahi fue que me asustó, porque me dijo que había estado, en su sepelio por allá del 2040, a pesar de todo me eché a reir...el calor era salvaje y se convirtió en truenos y relámpagos triangulares cortantes entraban a los instestinos como pequeños súcubos trascruzaban las paredes estomacales cuales empalizadas de de hortalizas y potreros de Juan de la madrugada, en loma de Santa Dignidad.

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-¡No me importan esas cosas! Muchos menos esas ofertas descoloridas. ¡No me gustan!
-¡Pero! ¿Cómo? ¿Me las desprecia usted?
-Si, las desprecio don, son piojosas, calcomidas y usureras, con cabeza tronco y extremidades capitalistas.
-Yo prefiero don, seguir comiendo aire con bostezos a echar a cerdos mis batatas. Mis novelas son mis novillosa, son mis vacas y mis fábricas. ¡sabr usted! Esas son mis carretas y mis cañaverales y si estuviera hablando con un tonto le diría, don que son: ¡mis ingenios! Esos libros lo cosecho como el hostelero y como el ingeniero son mis Yucas y mi becerros. Son mis batallas... eso no es lo que quiero con ellos...son la herencia para mis nietos, ju, ju, ju...esos son mis pesetas mi euros y mi oro negro, mis “papas verdes”
-Si le interesa me puede llamar!
-Dejémoslo ahí, que voy para la biblioteca Rafael Fello Fernández, allí entregaré las quinta charlas sobre el empleo del cual, del quien y de los qué... pero ayer dimos una conferencia en la Fundación las nueve garzas blancas, sobre la manera de leer y conocer un autor. Son conferencias breves de temas muy usados en los momentos actuales.
-¡Anja! ¿A cuáles se está refiriendo don?
-A ningunos en particular, sin embargo, te enunciaré dolores de barriga, quejidos en la sabanas, asalto de un panesico de maiz, o Flor de incesto.
-Usted vez, a esa última estaré, pero la puede leer en la Biblioteca digital del Portal del Bajabonico. Esas conferencias y paneles son realizados por lectores de la Biblioteca Rafael Fello Fernández, es digital también, la puede obtener con el nombre Vuelos de Garza.
-No se moleste, pero si lo desea hágalo, que perro que creció sin su madre, sin su madre muere, el que no tiene quien lo estime, tampoco tiene quien le odie, juh, se muere una en cualquier momento y en cualquier circunstancia y cuando se dan cuenta de su muerte es por el bajo. Esas palabras fueron las finales que empleó Isidra, en presencia mía. Luego dijo tenemos varios días viendo el sol saliendo del otro lado y eso no lo niega nadie, para algunas personas Isidra se salia del carril, echaba en una canoa de saco viejo la ortodoxia como tal. Por eso la oímos decir
-De un montecito cualquiera levantó vuelo un gigantezco cocuyo verdoso, como un aguacate volador, como gallina imperial, como un carrao sin patas, separa el mundo de la luz del la oscuridad, esos dos mundos el nocturnal del diurno. Nadie dijo nada. Villa Real, abrió los ojos y cerró la boca, anduvo la calle José Antonio Fernández, olfateó las rosas de perú de la calle Digna Daniela Arias, continuó en linea recta hacia la calle Julio Medina, pasando por la avenida Angela Siverio y se quedó en los ramajones de los mangales de la estancia de Antonio José paralelo a la calle Gregorio Silverio. Bisabuelo de Silito, el soberbio. Fue el único que se atrevió a alborotar al coleótero gritándole, entra que mi casa, es la tuya. Como el duende lo escuchó se dice que en la puerta de la casa de Silito al otro día hallaron tres cerditos muertos. Juan de la Madrugada había escrito en menos de dos horas en Villa Real morirá, alguien muy querido. Volvió a la cama y se acostó acompañado de Laurita, estaba en una petaca hecha con dos yaguas verdes, tenía los ojos cubiertos con una tira negra, a Juan se le pareció más que nunca a Laurita. Hasta el pueblo cree que son unas mismas personas, pero me tengo que preguntar qué busca con esa doble identidad, hasta me doy cuenta que Laurita y Sergio intimidan a fondo. Cuando hacia el amor con Laurita la oí decir palabras aludiendo a su progenitor. Será una Lasciviosa incestista de fonfo más que de forma. Pero es cuestión de costumbre más que de vicio. Una de mis desventajas, Juh... es que llegaré a los atardeceres sin tener una criatura ni siquiera ajena a quien aconsejar, pienso que debe ser más penoso que ser huérfano.
–Dime Juan, dijo Laurita, aun metida en la canoa de yagua donde se bañaba, ¿quién es esa mujer llamada Isidra? ¿Haz estado con ella?
–Nunca me ha interesado preguntarle sus raíces. ¡No! Pero lo intenté, una mañana de lluvia, llevado por el parecido entre ambas.
–¿Se parece a mí? ¿Tu lo crees? ¡Mucho más que un espejo!
Laurita se quedó callada y repasó la mirada por la jeta de Juan de la Madrugada. Luego manifestó
-¿Supiste lo que se comenta en Villa Real?
-¿Qué se comenta Laura, de Rosita de los Espejos?
-La gente dice, que la mujer del hermano de Antonio José, es su hija, que es madre y hermana, de Andres y de Lucrecia.
-¡Jesús María y José! Esas son simples cojeturas flojas mal intencionadas
-No se persigne, que eso es lo que el pueblo, como río ruge, es señal que piedras lleva. Eso se comenta. Eso dicen de Florita del Castillo. ¡Son Flores de incesto!
-...¡Y qué, de eso está preñado el purgatorio!
-¡Es muy posible que lo sea! Pero en Villa Real lo que se conocía era la zoofilia y el fetichismo. Algo de incesto infantil, ...y nadamás.
-No digas raladas de gallina, que aquí es lo que más abunda, es esa práctica. Fíjese que el padre de la profesora Andrea, es el cura José Dolores, el cual es hijo de Antero Casiano. La señora Pura de Jesús, hija de su tía Juana Minilo Henríquez. Ya le dije que de eso está cubierto el purgatorio. No, no se me enfurfure, que todavía quedan muchos hijos de polenes incestuosos. ¿Entonces es que no sabía que Ramón Petán, es hijo y hermano de su abuelo?. ¿Cómo que no lo entiende? ¡Claro, póngase a pensar y se dará cuenta que es una sencilla ecuación! Usted..., porque priva en fruta fina, pero ¿quién en villa Real, no sabe que su verdadero padre Alfredito Silverio? ¡El hermano de Jacinta Silverio, su mamá, eso lo saben hasta los chivos de san Ambrosio, Vea escupiendo parriba, para andar con los salivones en los cabellos y las narices. Juh, en esta villa, somos todos hijos de un familiar, de otro familiar, somos una plaga de incesto.






















FLOR DE INCESTO
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
CAPITULO QUINTO
Del señor Amadeo, habíamos dicho que vivía en Villa Real, se había instalado junto a su hija Luisa, en la calle Julio Medina. Sólo eran él y su hija los miembros de su familia, los señores y señoras de Villa Real, estaban en su residencia en la fiesta de cumpleaños de Luisa María de los Beneficios, su hija, Don Silito fue el único ausente. No compartía en ningún espacio con el anfitrión, ni una tajada de aguacate. Ya en la madrugada se le vio buscando al estudiante porque necesitaba de sus consejos y de los servicios. Inmediato terminaron el se marchó sin dejar en nadie preocupación alguna.
La casa es de madera aserrada, cobijada con asbesto, las puertas laterales son de pinos cuabas y la de entrada de caoba con listones de cedro blanco. Del lado derecho vista desde dentro, están tres hermosos dormitorios con pequeñas camas de plaza y media, en vez de puerta hay hermosas cortinas blancas en hilos de lino transparente. Vista de cerca, por fuera, se percibe la presencia de unas manos inteligentes que acarician con bálsamos de estética y poesía, las flores multicolores y tamaños en la lujuriosa galería poblada de corotos matemáticos en términos del orden. El comedor es pequeño, la mesa que es usado de ordinario es de sólo 4 sillas pero para la fiesta Luisa María de los Beneficios mandó habilitar un mostrador en tablas de ébano seco enseradas, compró sillas y ahí tenía en apariencia un lujoso parapeto que más que baranda parecía una arquitectónica escalera. La gula se sació en su esófago y lamió su faringe, su vecina la envidia se clonó con la tristeza y desde su altar lloraba al seguir viendo tanto vino y tanta comida, guardó la vergüenza, y se le llegó escuchar -bastante no es demasiado; el delirio regurgitó lleno de aberrantes, absurdos, alucinantes, reiterativos e incoherentes pensamientos. La comida era esplendida. Fue todo un banquete, lejos de los mequetrefes habituales en otras villas.
Era las 2:34 minutos la madrugada se acercaba a la villa, Amadeo llamó a sus hija y le encomendó que se quedara acostada, Luisa María de los Beneficios, lo acató, deseando que su padre se quitara de encima a los vecinos, tenía deseo de dormir, estaba ebria.
Faltaba Isidra, el señor Juan de la Madrugada, se excusó y se marchó llevándose a Laurita. Minutos después cuando salía Sergio Fabián, llegaba perfumada como una rosa, la Joven Isidra Bicicleta, y sin dar explicación fue a donde Amadeo y le felicita con un beso en los labios y se marcha por donde habia entrado.
Los otros concurrentes, que merodeaban en los aleros de la casa y en la galería, entre corotos y tarros de azucenas, que más que flores hortalizas parecían, se marcharon también haciendo carantoñas a los anfitriones de la Calle Julio Medina.
Quiero recordarle que sólo Juan de la Madrugada, donde vivía Laurita, era el único hogar donde no se practicaban acciones de misas negras ni actos de incesto o de zoofilia. En la residencia de Silito era una religión ver antes de dormirse un video de zoofilia y de incesto infantil, era esa su manía, donde dos hermanos hacían el amor con dos sobrinas. La mañana o la tarde, el día o la noche podía ser de primavera como de verano. Esa noche luego de la fiesta en casa de Amadeo cuando entró Laurita a su habitación, Silito, que la veía parada en la ventana que cerraba, fue y la agarró como el que levanta un paragua y se la puso en la cabeza, dijo en silencio casi no pesa, mientras la enviaba en sus hombros a su cama ella le iba amando la tetilla izquierda algo adolorida, la acostó en la cama de dos plazas, allí enterraron y desenterraron sus voluntades y deseos, sacaban y entraban los anhelos de vivir diferentes. Otro día luego de haber bebido vino de trigo hecho en la casa, el señor Silito desnudó a su querida hija llamada Isidra de los Pomos, y en su imaginación se creyó que los senos de sus Isidra de los Pomos, eran dos copas hechas para echar sus deseos que debía ingerirse… el trigo era una agencia de estimulación, lo ponía cachondo, y a ella más que erecta tiesa se ponía, el camino se hacía un poco más largo pero al llegar el placer era intenso.
-¿Cuál es la vivienda de Sergio Fabián? se preguntaban muchas mujeres de la parte oeste del Bajabonico. ¡En Villa Real, pero esa mañana era Narcisa Fabián, hermana suya, la que lo buscaba, casi con lágrimas en los ojos y las mejillas, tenia aspecto de gran manejadora del decir y del hacer, lucía una profesional. Se detuvo en la calle Ángela Silverio, con un señor de nombre Miguel Ventura, y le manifestó:
-¡Hola, soy Narcisa Fabián, busco a Sergio que es mi hermano!…
-Yo a quien conozco es a Sergio Fabián, el estudiante,
-¡Ese mismo es! ¿Dónde vive don señor? Es mi hermano!
Narcisa era una rubia alta, con labios carnosos, ojos grandes, morbosos, pero de manos débiles. Miguel Ventura. Se había quedado adormecido con esa presencia semi desnuda de la que decía llamarse Narcisa.
-Camine un poco hacia la derecha, le dijo en señor Ventura, donde vea un letrero que dice “Mi abuelo es un cimarrón” ahí, vive Sergio Fabián.
-¡Gracias señor!, dijo Narcisa y continuó la búsqueda de su hermano.
-En la casa de Fabián habia varias estudiantes de agronomía, hablando de genética vegetal, las puertas estaban cerradas, y no pudieron oír cuando Narcisa Fabián tocaba en la puerta de la entrada. Llevaba media hora oyendo que su hermano hablaba de las conceptualizaciones y de las definiciones que conocía, le llamó la atención la que dijo una voz femenina- pienso que donde debemos dirigir nuestras acciones es hacia las áreas aplicativas de microbiología industrial. En mi averiguaciones son demasiado, son como la verdolagas, podemos beneficiar en las franjas de salud alimenticia al compás de una buena producción botánica y hasta animal…
-Después que la voz femenina finalizó, Narcisa se limitó a esperar… observaba por la cerradura de la puerta a su hermano leer en una libreta apuntes que había escrito en letras rojas.
-“En primer lugar se debe destacar la importancia de la Microbiología Industrial en el mantenimiento de la salud y tratamiento de enfermedades, fundamentalmente por su aplicación en la producción de compuestos de actividad farmacológica y vacunas.
En la industria de alimentos es también significativa la aplicación de la Microbiología Industrial en la producción de bebidas, enzimas, saborizantes, productos lácteos, etc.
La producción agropecuaria se ve también favorecida en sus aspectos de producción vegetal y animal por un conjunto variado de procesos microbiológicos que se han enriquecido notablemente en los últimos años (como ha sucedido con otras áreas) con la utilización de técnicas de ingeniería genética.”…
Al terminar el encuentro de los estudiantes del Instituto Superior de Agricultura, al que Sergio, era estudiante observador itinerante, Narcisa penetró a la vivienda de su hermano casi rozándose con Isidra que se quedó atolondrada al verla… pero en segundo despertó y sentada en sus tobillos se dijo suerte que no soy Laurita, pero aquí hay una de dos, sino es su mujer, es su hermana, o son las dos cosas, Juh, así es que pienso, de mi amigo Sergio, ese come jaiba.
-¡Hola Hermano! Gritó Narcisa, cómo anda se Bronco! Era como se decían de niños…Sergio puso los útiles escolares sobre una silla y sin apuros salió al encuentro de la hermana que se le arrojó en sus brazos. Se besaron en todas partes de la cara y de la cabeza.
Hacía 8 años que no se veían, era mil novecientos setenta y cuatro. Desde la muerte del presidente García Godoy, estaban separados, los aires del malestar político los tenían alejados.
-¡Hola Hermana, cómo estás Broncas?
- Muy contenta de volver a verte rodeado de buscavidas.
-Esos no son mequetrefes, son estudiantes.
-De agronomía- dijo ella- sorprendiendo a su hermano, ya lo escuché, estuve por cuarenta y cinco minutos en la puerta, esperando que el coloquio terminara, oí hablar de la Genética Vegetal. Sergio la oía como si escuchara a Cuco Sánchez cantar, ella le agarró la nariz, acto que cuando niño le pedía que por su madre se lo hiciera antes de irse a dormir, le trajo millones de energías Mnemotécnicas, y salió de aquellos días incestuosos cuando ella dijo -¡Tengo hambre, dónde tu come, bronco?




FLOR DE INCESTO
NOVELA DEL PRO. VICTOR ARIAS
CAPITULO SEIS.
Los estudiantes que estuvieron en la casa de Sergio Fabián regaron como basura en las verdes gramas la noticia que había llegado la esposa del estudiante. A mucho esas palabras no les iban ni les venían, pero a la señorita Laurita si la llenaron de preocupación y se preparó como Isidra y fue a la casa del señor Sergio, buscando prestada la libreta de anotaciones, que según sus propias palabras había dejado en una de las sillas donde estuvo sentada, mientras oía a los estudiantes discutir los asuntos de la herencia vegetal.
Mientras iba caminando como la gallinita que era, se pregunto tres veces:
-¿Estaré celosa?
-¿Por qué, puedo ponerme celosa? ¡Si esa es sólo su hermana!
-¿Practicarán incesto? parecen amarse, pero algo lo separa.
-Ese es uno de mis treinta puntos de observancias.
-Me daré tres momentos, para tener mis respuestas adecuadas y correctas.
En el interior de la casa del señor Fabián se escuchaban canciones del tenor dominicano Eduardo Brito, Isidra se detuvo al oír “Cuando cantan las aves” una de sus favoritas. Cuando cantan las aves por en las mañana, y el sol entra por tus ventanas… no estaba segura que seguía porque Narcisa había bajado el volumen de la consola pensó que la muchacha que merodeaba en los alrededores de la galería, era para donde ellos que iría, y fue abrir la puerta. Pero Isidra hizo creer que no sabía nada de lo que ella habia montado.
-Buenos días contestó Narcisa, porque le pareció que la joven amiga de su hermano lo había hecho primero.
-¡Busco a Sergio, me dice dónde lo puedo hallar?
-¡Venga entre!- dijo Narcisa- que se está bañando ahora. Laurita, no oía el agua caer, pero Isidra veía cambiándose un pantaloncillo blanco por unos rojos color favorito de Narcisa.
– ¿Por qué le gusta el color rojo? Preguntó Isidra que estaba viendo las blusas que colgaban en el espaldar de un mecedor que había en un pasillo. El radio dejó oír aquellos ojos verdes, en la misma voz del Tenor puertoplatéense, y fue por eso que Laurita dijo:- ¿Será un CD? Y no le contestó sobre el color rojo.
--Si, se lo di a Sergio, de regalo de cumpleaños, por adelantado, cumple 39 el 13 de Septiembre.
-¿Ah sí, no me diga? ¡Ah bueno, son hermanos! ¡Hermanos! ¿Ustedes son hermanos? Murmuró entre dientes… pero como se tratan Laurita y Amadeo. Narcisa iba a preguntar qué era lo que tenía que deja escuchar parte de lo que habla, y la otra parte la masculla!
No lo hizo por la presencia esperada de Sergio, que traía el CD junto a otros de Tito Rodríguez, de Alfredo Sadel y de Rafael Colón.
-¡Ah es usted que está aquí, qué gusto me da verla en nuestra casa! Pensé, porque escuché su voz, que era Laurita!
-Pues, ya ve que soy yo, vine a buscar mi libreta, la que dejé en una de las sillas altas, que estuvieron en la terraza de las matas de rosas de Perú.
– ¿Dígame si la halló?
--¡No, la quitaron del lugar, no está allí!
-¡Déjeme preguntarle a mi hermana!
-¡Su hermana? en la villa está regado, que esa es su esposa, dicen que salió ayer de la cárcel de Dajabón. Que estuvo prisionera con Henri Segarra Santos. Otros más atrevido señalaron que era lugar teniente de Piky Lora en la Manaclas. Quiero saber que hay de cierto allí, para darle el recibimiento que ella se merece.
-¡Voy a buscar la libreta, espero pueda disculparme!
-Vaya sin novedad, Sergio, y déjese de protocolo, lo espero, no tarde que debo irme. Llevo mucho tiempo fuera de mis obligaciones. Pero no se olvide, invitarme ¡el 25 para la fiesta de cumpleaños!

No sabía la hora, subió al vehiculo y fue a su nueva residencia en la calle Danny Henríquez N0. 14, esquina Tomás Diloné, donde vivían las hijas de Juan de la Madrugada Hiraldo, que se habían marchado a Massachusse. Con la llegada de Narcisa a la villa, los rumores no cesaban, entraban y salían por todas las ventanas de la casa donde dejaban el desaliento y tranquilidad familiar.
Narcisa ocupó los dos dormitorios que como aposento empleaban las hijas del señor de la Madrugada Hiraldo, y Sergio los otros dos, en el más pequeño estableció su centro de operaciones inclusive el de Internet, que le trajera su hermana.
La llegada de la hermana de Sergio agregó a Villa Real, la celebración otro pomposo cumpleaños, alquiló docena y media de sillas y varias mesas convertibles. Realizó el más hermoso evento festivo visto por los villarealianos. La alegría, ese día, estuvo cantando en las paredes de la casa. Narcisa abrió todos tipos de frutas al copas de recitaciones de versos de Neruda, Nervo y de Darío en la voz de su hermano. Sergio declamaba y repitió el poema 18 de Neruda. Miraba buscando el rostro de Laurita ausente, desde la llegada de Narcisa Fabián.

“Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.”

Sergio Fabián Nació el 25 de septiembre de 1963, es amante de las letras y de las humanidades, trabaja en acciones comunitarias en grupos sociales en Villa Real y Villa Dignidad de las Garzas, es el director del club de lecturas digitales, en portales de periódicos y de fundaciones exentas de especulaciones económicas. Algunos de sus enemigos entienden que las energías de Sergio Fabián están estrechamente vinculadas a los sucesos del derrocamiento del profesor Juan Bosch. Esos mismos observan que las energías suyas andan cerca de las maquinarias que enfrentaron a los invasores del 28 de abril del sesenta y cinco, en las calles de Santo Domingo. Los menos arriesgados dicen que es un trompo que baila alrededor de los caídos en manaclas y el Limón.
No se sintió bien por la ausencia de Laurita compañera suya en de búsqueda en centros de Internet, bibliotecas y en fundaciones y en congresos.
Esa tarde luego de las dos fiestas de los dos cumpleaños años de Juan de la Madrugada y de Sergio Fabián, en villa Digna y Villa Real no ha habido un momento de sosiego. En la familia Henríquez ocurrieron las muertes inesperadas de empleados de su compañía, en Los Llanos de Pérez en la avenida que lleva a la Gran Villa Provincial de nombre San Felipe, murieron dos hijas de trabajadores de la compañía, uno en la compra de frutas y la otra en los almacenes de alimentos. Pero la que en verdad sabe la cantidad de personas muertas en el vecindario, toda oscilando entre lo 18 a los 27 años, es la señorita Isidra Gallinita.
Salí y fui a buscarla para que me dijera de qué murió Fabia Enriqueta Alcántara Bonilla, hija de la señora Juana Matilde Espinal Santos, y de, Quintín Esperavel Bonilla. El señor Quintín Esperavel, además de ser cuñado de dueño de la Compañía, era un aliado y empleado comercial. De lo que me entero es de, que a Lucía hubo que llevarla a la clínica de Villa Dignidad, casi agonizando con una borrachera que, se pegó celebrando con su padre, las ganancias alcanzadas luego de vender, la cosecha de jengibre y de ajonjolí, en Villa Pedregal de las Altas Miradas. Cuentan que Lucía, presentó un cuadro ardiente de pasión sensual y deseo carnal, provocado al no haber llegado al clímax apropiado. Los dos estuvieron sobre los niveles normales, manifestó una enfermera.
Continué buscando a Laurita y no hallé ni a una ni a la otra. Fue cuando me di cuenta que ese comportamiento de ambas, para mi es uno solo, me lo había sacado a partir de la llegada de Narcisa. Es cierto, pero no es ningún… me dejé caer en las gramas, pienso que me desmayé. Desperté sentado en el mecedor de las margaritas. Alguien me llevó aun no me informan de lo ocurrido. Narcisa llevaba tres días que no entraba a mi dormitorio ni a ver la novela “Yo amo a Paquita Gallego “la escuché leyendo en voz alta las confesiones de San Agustín. Ayer la creí que leía las Moradas de Santa Teresa de Jesús. De ella ya no se nada. Llevaba varios años alejado de tener que relacionarme con ella, en los términos que esta desea, parecidos o iguales a los de Amadeo y Luisa. Me he recuperado en término físico, empero estoy ahogado, más bien ando en un corral de dos mujeres. Ambiciosas las tres. La peor de todas es mi hermana, que no acepta que mire a otras, primero que a ella. Creo que anda con interés de quedarse en Villa Real. Es una mujer erótica, muy rica en todo, lo que se dice en todo. Ella es tres años mayor que yo, se antoja manejarme, ahora le parece que he crecido y se reserva cierta actitud. De toda manera esta noche buscaré a Laurita, será mi primer paso, es mi táctica… la estaré observando, lo he hecho con ella y es lo mejor que he sentido, pero ya no lo deseo así, por estos años- quiero confesarlo, es un calor animal propio de nuestros genes, cuestión de etnias, quizá sea nada más cosas de familias. El hecho es que la atracción vienes con los geranios silvestres de nuestros ancestros.
Allí viene Narcisa, trae en sus manos, dos libros de seguro que son para mí.
-¿Y esos libros? le pregunté.
-Son para ti, me dijo, y me agarró la oreja izquierda, cosa que hacía, cuando me llevaba a la letrina en la vivienda de Villa Dignidad de las Garzas. Han pasado varias noches.
-¡Anjá, de que tratan?
-¡Míralo! son el “Aura o las Violetas” y “Flor de Fango”
-¿Dónde puedo hallar a Ibis? Lo he buscado en bibliotecas digitales y nada.
Cuando me zafé de la mano que ponía en calor mi esencia, estaba excitado como el burro de enemencia, ju, ju, ju… me fui a una hamaca que había en la terraza de la mata de Jabilla y viendo que hojeaba el Aura o las violetas comenzó haciéndome una sinopsis de la obra de José MA. Vargas Vila.
-Es una muy breve narración, en primera persona. Juh algo extraño el nombre del personaje central no se menciona, se sabe que tiene 14 años de existencia biológica- Aura es un niña de rasgo estéticos sublimares, con un alma melancólica. Cohabitan la misma estancia sembrada de bellísimos vergeles, en el perímetro citadino. El joven abandona la hacienda para continuar los estudios… muy parecida a lo acontecido en María la de Jorge Isaac. Aura llora pero promete jamás olvidarlo. Cuando tres años luego, la halla crecida y cambiada, lo evade, hasta lo desprecia. Descubre que la causa del aparente desprecio, ha sido por ayudar a su madre con la enorme deuda dejada por su padre para la hora de su muerte. Para no ir a parar a la calle, se compromete con un millonario que pagará la deuda.
De Ibis, la gente la llama como un libro de incesto, no me dijo nada, pero ella, conoce la obra, porque ha leído más 20 novelas de Vargas Vila, que es dueño de un elenco de preciosas narraciones, muy valiosas. Le dije que estaba terminando de leer a Lolita y al no conocerlo tuve, luego de pagarle con su moneda, que ir al dormitorio a buscársela.
Lolita, le dije, es una hermosa e ilustrativa narración escrita por Wladimir Nabokov, quien nació en la falda de una familia acaudalada, aristocrática, aprendió francés e inglés en los años de la niñez. En 1919, al comenzar la revolución bolchevique, va al Reino Unido, para estudiar Filología Eslava y Románica en el Triniti Collage de la Universidad de Cambridge. Críticos la consideran a Lolita como historia de la obsesión, de Humberto - Humberto, profesor de más de 40 años de edad y ella de doce. Es una extraordinaria novela, con marca de amor especial, esto lo dijo yo, le dije. En la obra acuden las expresiones impulsivas con dejos de perversidad y los ninfulos y por la flor incestuosa. Era hora de almorzar yo tenía bastante hambre, cuando fue a preparar los alimentos salí en busca de Laurita a quien tenía 6 días sin verla.
-¡Buenos días!
-¡Buenos días! me respondieron de dentro de la casa de Juan De la Madrugada, pero no escuché ni la chancleta de un mime.
-¡Buenos días! Señalé nueva vez, sentía la presencia de alguien que me escuchaba y me veía. Estaba solazándose con mi ingenuidad. Pensé, empujé la puerta y no cedió. Me rasqué la “oreja de Narcisa”, como ella decía, y me volví a mi casa.
Comimos y luego de hablar de nuestros padres, que eran hermanos, más que completito ascendientes de Torres y Trejo quienes no permitían germinación de sus espigas en surcos extraños. Fuimos a las camas, un ruido grandioso impidió, que ella entrara al baño sola, me pidió que la acompañara, no creo que fuera por miedo sino un gesto de oportunismo, triquiñuelas sucias, a ella, le sobraba. Natacha, una gata de Angola, que para mi compañía, Laurita habia dejado, si veía otra hembra en la casa comenzaba actuar como mujer celosa, no soportaba más hembra que ella. Y viendo a Narcisa en ropa interior y deseándola, salí en su busca, al entrar a la biblioteca allí estaba la Natacha echándose fresco con un abanico de cartón. Me pareció que me sonreía con carantoñas en cara de Isidra. Volví donde Narcisa, aun se quitaba los sostenes, blancos, vino hacia mi encuentro y me introdujo al centro del baño sin agua, ella me desnudó y me bañó en agua de maría, para iniciar un paseo por los jardines de los placeres.
En la casa Luisa, pensaba en Narcisa y comenzó a pasarle revista a cierta actitud de esta, pero se detuvo porque recordó que debía analizar acciones de la naturaleza y luego que la llevó a una libreta donde anotaba los nombres de sus acreedores, se preparó para ir a la vivienda del estudiante en busca de asesoramiento. Al poner pies en el patio comprendió que era tarde y lo dejó para el otro día por la tarde.
La Natacha, que le había sonreído al estudiante pensaba que él y su hermana, se estaban amando como dos seres desdoblados.
Cuando Sergio sintió que los labios de Narcisa anduvieron en el centro de los suyos retrotrajo la imagen de la Natacha con la cara de Isidra. Salió de los brazos de Narcisa, fingiendo ir al baño y fue hasta la biblioteca no halló nada ni a nadie, continuó buscando y encontró en la mesa de trabajo, sobre la libreta, que dejara una vez Isidra, un botón de margarita haciendo una cruz con una yema de rosa blanca. Permaneceré sin conocer el contenido exacto de esto, porque a nadie preguntaré por mis iniciativas. Busqué en toda la casa a La Natacha ya en no estaba. Creí por largas horas, que era una advertencia. Alguna enseñanza tenía que haber en lo intrínseco de esa figura en modelo escueto, seco y sacudido sin ambages. Mi hermana me recibió como a un príncipe que retornaba de una gesta gloriosa, con Rodrigo Díaz del Vivar, Juh debí decir con Caamaño Deñó, a quien Narcisa conoció y militó en sus entornos, en los comandos de Ciudad Nueva, enfrentando el invasor, masoquista y sádico. La excitación retornó conmigo por eso no hubo motivación que sirviera para las preguntas sospechosas conductoras a laberintos y vericuetos traviesos que no pudiera cruzar luego. Mi hermana era madre de una niña salida de las esterillas de la guerra, que estuvieron en el lomo sádico de un burro imperialista, pero en un arranque de uno de sus abuelos pusieron la niña como a una muñeca de trapo encima de un escritorio en el consulado gringo… con un letrero diciendo Llévensela a su padre, que su madre y sus abuelos nos la queremos. Era simplemente un resabio para reclamar respeto para la dignidad de un pueblo humilde limpio y trabajador…la sombra del dolor y del luto, lo esperaba, estaba allí, sentada en los escritorios, convivía con ellos. Hubo forcejeos entre periodistas nacionales y extranjeros y policías custodios de despachos, con la presencia de un agregado de alto nivel militar el nerviosismo alocó al policía más cercano al escenario y por pegar en el pecho al que decía que el imperio era una tarántula venenosa, señalando que debían irse, marcharse de nuestro territorio, acusándolos de traer sólo dolor y muerte, pegó un culatazo en plena cabecita de la niña de nombre, Inocencia Dominica, arrancándole la vida y llenó al de sangre y sesos la camisa del militar agregado, quien con el susto comenzó a disparar hiriendo a tres de los que andaban con los abuelos y matando al policía custodia. Las manos de Narcisa se movían como un gusano de oruga, y entraban a inaugurar esos lugares inéditos, lo dejaba sembrado, con sus energías, compatibles con las mías. De sus labios salía la pasión ardiente enloquecida a veces sagrada.
Volví a pensar en La Natacha. Y poniendo mi mejilla izquierda en su pecho con la mano derecha sintonizaba uno de sus senos y al sentirla dormida me fui al baño. No hacía tres segundos de estar sentado en el rellano del inodoro llegó la gata arañándome las puntas de los dedos del pie derecho. Le puse las manos entre sus orejas en gruñíos y zalameros comprendí que era Isidra la que estuvo en la cama en medio de los dos.
Recuerdo que Narcisa no besa las narices y que ese era el beso de entrada de Laurita. Tampoco Narcisa acaricia la cabeza sino la oreja izquierda y la cabeza se convirtió en canasto de baloncesto.
-¡Sergio, Sergio! Gritaba algo nerviosa Narcisa.
-¿Qué te sucede Narcisa? Le pregunté casi voceando.
-¡Ven! Que tengo miedo. Me dijo
-¡Voy, no sigas! ¿Qué dirán los vecinos? ¡En unos minutos llego, me estoy cepillando!
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FLOR DE INCESTO.
NOVELA DEL PROF. VICTOR ARIAS
Capitulo SIETE.
La casa de Sergio y ahora de Narcisa, estaba algo alejada, de la de Amadeo y de Luisa. Narcisa la dejó cerrada y desde muy temprano fue hacia las damajaguas. Para bañarse en los 27 charcos del balneario en los entornos del central amistad, en la parte sur de Imbert, ciudad capital municipal.
Puede que no los recuerde yo le dije cuando ella se marchó llena de alegría. La Damajagua ha sido calificada como una de las treinta maravillas de las imágenes de la naturaleza. Pláceme señalar que un río hermoso protegido por las raíces y esbeltas matas de Damajaguas como habitantes y soldados mandingas o caribes lo cuidan y lo vigilan, cargados de excelsas y exuberantes sombras y frescas cascadas lo mismo que brotes de manantiales salidos del centro de la loma como junquillo en la llanura. En la tarde de regreso Narcisa nos sorprendió porque en un pequeño teléfono celular trajo la imagen de algunos de los charcos donde se bañó.
-¡Juh, cuántas faltas me hiciste!- me dijo
-Te fuiste y ni me consultaste.

-¡Adiós,… pero tu andabas desde anoche… buscando algo que se te perdió, con mi llegada. ¡Te dejé para que la buscara!. ¿Es que aun no la has hallado?


-¿Qué estás diciendo, muchacha? ¿De qué es que me hablas hermana? Te has vuelto muy controversial. Mamá Cándida, decía que eras el puro retrato de papá. ¿Por qué lo diría cómo papá, de él sólo recuerdo una vieja sombra, he perdido la luz del rostro. ¿Cómo lo recuerdas tú?



-Yo lo recuerdo entero, con sobrias sonrisas blancas mostrando la hermosa dentadura que tenía, parecería que abría una puerta cuando hablaba. No lo puede recordar como yo porque sólo tenía tres años cuando lo sacaron de charco la India, donde murió asfixiado.


-¿Qué tiempo tienes que no vas a Barrabas Narcy? No dijo nada, pero la observé que se mordió el labio superior y tuve miedo y me hice que no era con ella que platicaba, sino con Natacha que andaba oliéndome la bragueta siembre que vengo del baño se acerca para ver si oriné o no. La miré que me sonreía pero en las cejas pobladas había sombrillas de dolor de amarguras o de enorme tristeza.
-Oye- me dijo- hacía mucho-continuó- que nadie me decía Narcy. Para mí, Sergio, es la palabra más erótica que como nombre he oído. Por qué se te ocurrió esta vez. Desde que fui contratada en el Hotel Hacienda Trinidad, no voy, además siento mucho miedo al cruzar el puente. Creí que el puente fue quien mató a nuestro viejo anciano padre.
-Juh tu siempre con presagios quizá oscuros. Tía te decía ave agorera. José, el pinto, tío nuestro, ¿lo recuerdas? te ponía las manos en tu nuca, yo me ponía necio y deseaba morderlo. Juh, te decía cotorra halagüeña, lo hacía con la suavidad del concepto, te lisonjeaba.
-¡Siempre me deseó! Llegó a besarme, ese día fue una cosa extremadamente grosera porque vino la prima Lolita y se introdujo y también, me dio ciertas caricias, que despertaron mi interés sexual, pienso que nuestra casa fue un muladar. Pienso que se cultivaban esas porquerías como herramientas sucias que impedían el desenvolvimiento de nuestra naturaleza.

-Juh, no se cuando podré entenderte, porque parece que no eres una frustración sino un producto salido de una fábrica de buena calidad.
-Hombre hermano mío, somos una bazofia arandelada, expuesta al criterio y capricho del viejo capital. En apariencia somos objeto de consumo, abandonados en este desierto social, hecho de esa manera, para convertirnos en musaraña de viejos patrones propios de una burguesía dañina.
-He llegado a creer que somos productos infelices natos, porque somos consecuencias de enormes causas, lo que intento decirte, pienso que ni yo estoy seguro de lo que digo, por ser de la misma plurinatura, o sea que en el ser humano en su esencia hay múltiples esencias. Es una comunidad de esencia. Multiplicidad de energía que mueven y aunque se oiga redundante pienso que somos pluriesencia. El caso es Narcy, que nos parecemos a las aves, en circunstancias imprevistas, actuamos parecidos a nuestros primos, no debo ni recordártelo, me refiero a los monos, simios y parientes. Algunas veces somos serpientes y salamandras; somos bueyes y becerros y sus parejas. Actuamos comos cerdos y cabritos. Eructamos rumiamos, pateamos, orinamos, nos… me detuve porque me pareció que ella me diría una cosa distinta a lo que hablábamos. He conversado con viudas que dicen que su verdadero acomodo sexual fue luego de su viudedad, al ser invadida con acciones de la que te estoy planteando…
-¡Si! Creí que te había percatado, que de eso quería hablarte, eso es lo que te decía que hemos sidos diseñados, arandelados para consumir y ser consumido. Muchas de nosotras nos entretenemos con unas mascotas que sólo hay que tenerla higienizada. Es algo contra natura, pero con tu explicación quizá no sea sino que es un llamado a la acción natural que habita en el interior de lo interiores.
-¡Sería bueno hermanita! que los que no profundizan al leer, que simplemente son elementos para la exhibición, piensen en esto que discutimos esta tarde bajo la enredadera de nuestra soledad.
¡Qué cosa! Tenía interés de continuar con otros temas, empero se acerca una mujer… ahí está tu amiga Isidra. Pero anda con un parecido a Laurita. Esa mujer me confunde. ¡Voy a abrirle la puerta, Sergio!
-Al levantarse me acarició la oreja izquierda para que no olvidara que éramos del mismo basurero. Me quedé mirándola y llegó a mis recuerdos la imagen del ataudito de Inocencia Dominica! ¿Sería verdad hija suya? Me pregunto algunas veces he pensado que ha sido simple acto de marionetismo… ¡El hacer creer!
-¡Hola Sergio!
-¡Hola Laurita! ¿Por qué no había vuelto?
-Qué te pasas, crees que estoy loca, como tú, mira que diciéndome Laurita, sabiendo que soy Isidra.
-Dispénsame, ha sido un despropósito. Lo confirmo, que bueno que está por aquí. ¿Y el señor Juan de la Madrugada?
-El está bien, me preguntó si puede ir a cortarle el pelo.
-¡Quiero que me diga! ¿Qué sabe de Laurita? ¿Por qué no estuvo en mi cumpleaños?

-No estoy segura, empero pienso que ha estado enferma o quizá celosa. Posee una bandeja demasiado sensible, cuando se trata de sus sentimientos la llena de lágrimas amargas y saladas.
-¿Y por qué debe ponerse celosa conmigo, qué ha perdido ella, para presentarse como el moriviví?
-De eso no se nada, pero la situación de ella se ha complicado porque busca la gema de sus deseos. Anda nerviosa.
-Voy para la barbería, esta tarde, quizá la pueda ver allá. Me gustaría que ella me siga visitando, porque tenemos en común innumerables intereses, que podemos desarrollar juntos. ¿Y usted, qué ha estado armando en los últimos días?
-Nada, vine porque lo vi subido en un andamio muy elevado, sentí miedo, me pareció que podía caerse, además en un parpadeo ya lo miré llorando, eso me preocupe, sin embargo no tenía ni motivo para ello.
-Yo la miré desinteresado, luego le dije, no la comprendo. ¿Qué me esconde Isidra?
-Lo que se dice esconder, creo que no le escondo nada. Sin embargo quiero que me explique porque usted y su hermana son amantes….!
-¡Hola Isidra! ¿Cómo le ha ido?
– ¡Hola Narcisa!
No deseo interrumpir tan hermosa jornada, aparentemente de buen negocio, busco su preferencia para traerle café o tisana de alhucemas y manzanillas.
-Puede usted servirme café, para fumador el café se prefiere.
Me di cuenta que mi hermana era manejadora de situaciones, pero era mejor anudando intrigas. Manejaba los intríngulis del enredo y del embrollo. En la tarde me vino a buscar Luisa y me preguntó por el maleficio de Villa Real, nos fuimos a la biblioteca y la primera que estaba a la vista era La Natacha, mostrando sus hermosos ojos de curiosidad, como si buscara las más pequeñas semillas de una verdad escondidas en los arcanos atardeceres. Inaccesibles a la lógica formal de la razón humana, en ceremonial de un verso secreto. Luisa acarició la corcova de la gata, y cuando intentó poner sus yemas digitales en el hociquito, saltó al más alto de tres anaqueles.
-¿Cuál es el maleficio de Villa Real? Escuetamente me preguntó Luisa. A lo que le respondí dando pequeños pasos en la habitación. En verdad no conozco el maleficio de ninguna Villa. No sabía que en la Villa existía al malestar.
-Claro que lo hay y lo conoce mejor que todo el mundo porque de usted se conoce que es ascendiente de los patriarcas, victimas originales, claro de la genuina maldad que le echaran a los aires de Villa Magdalena que era el original de estos terrenos donde vivimos los Silverio y los Medina, los Bonilla y los Trejo, pero hemos cambiado nuestros segundo nombres. O por lo menos lo omitimos.
-¡Juh, conoce mucho más que yo! Me siento mediocre, enano, al escucharla, me gustaría que pusiera como si fuera la primera piedra, hágalo que pueda que me abra el portal de los recuerdos.
-No recuerdo bien pero me invaden a veces los aviadores de la cortesía y me lanzan innumerables vulgaridades, como si fueran maldiciones. Yo lo que recuerdo es a mi madre teniendo relaciones coitales con sus antepasados. Un día teniendo sólo nueve años hallé en la habitación de los abuelos a tres de nuestras nietas en acciones de esa naturaleza. Y quise huir pero me ataron a una silla y el influjo del ambiente bautizó mi genio de hembra y grité como una becerra y vinieron y con un biberón me durmieron. Ese, sólo ese momento sirvió para caer en ese negro pozo corrupto… fuimos victimas por la maldición de la planilla. Todos los días, íbamos un varón y tres nietas a pasarnos ratos con los abuelos, pero terminábamos comiendo la flor de incesto, que era lo estratégico.
-A mi memoria entran esos mismos cantos pero se convierten en imágenes de plátanos, de guineos y de barros. Los veos en un cuarto como si fueran marionetas bailando, muñecos de cera y de lodos, excitados remando con sus padres y con sus hermanos y viceversa. El viejo Leonildo Silverio era muy enamorado llegó a tener amores hasta con seres irreales. La novia humana que tuvo es mi tatarabuela. Pero Nildo como todavía decimos su ascendientes fue marido de la luna, y concubino de todas sus sobrinas que vieron en villa Magdalena, cuando se le ocurría tenía sexo con hierbas y troncos de víveres. Mantuvo relaciones por los orificios nasales de cerdas y de animales grandes como caballos y mulas. Pero sus grandes emociones según sus propias palabras eran con cerdas y lechones vírgenes. Se le antojaba relacionarse con cualquier ave como palomas y conejos. Le agradaban los plumajes suaves Un día a media noche buscó al Dios de la pradera se lo confesó si descaro, como era muy vengativo lo consideró un piojo lo condenó a vivir en un poblado llamado Villa Real donde sólo podían ir a vivir allí los padres y los hijos de incesto. Creo, Luisa, que conozco algo menos que usted, pero advierto que nuestro malestar puede ser curado.
-¿De que manera?
-Estamos haciendo los estudios, tenemos proyectado realizar un censo para averiguar si deseamos cambiar o continuar con el vicio de amarnos entre nosotros mismos. Nosotros hemos vivido en sabanas de prejuicios como saleo comiendo hierba, nos hemos hecho muchos daños entre sí. Luisa estaba ante mí, parada me miró de abajo hasta la correa, le di la espalda, por temor que llegara La Natacha o Narcisa, al ver que duré largo rato sin verla, me tomó por el codo del brazo izquierdo, para decirme:
-Debo irme, hace dos horas y media, que llevo con usted. ¿Qué dirá Amadeo y otro tanto su hermana? Aún la He tratado lo suficiente, pero me parece que es una excitante y calurosa mujer!
-Usted no se ha equivocado, así mismo es ella, sagas y muy suspicaz. Se movió y depositó en una acción relampagueante, encima… luego entró de mis labios, una descarga de energía que me dejó torpe y alocado. La puerta se abrió era Natacha y un poco después la presencia de mi hermana derretía los propósito de Luisa.
Todos nos movimos a realizar acciones individuales comencé a escribir Las Hadas de Villa Real. No son infantiles sino brujas serias ancianas con poderes gastados y recordé a Morgana y a Peter Pan, a Pinocho y Titania.



FLOR DE INCESTO.
NOVELA DEL PROF. VICTOR
Capitulo ocho.
Mi barbería está en la calle Evaristo Cruz, al lado del club de Los masticadores y Los Bocaeros. A dos calles de la logia de Los Dormilones. Había ido a recortar al señor Juan de la Madrugada y a programar mis trabajos del mes, pero fui invadido por varias personas que entraban a recortarse el primero en llegar fue Genaro Abercio López y me informaba de la muerte de la señora Juana García Vargas hija de Simeón García, ministro consejero del consulado dominicano, Paraguay, me dispuse a sacudir el paño para colocar encima del señor Juan de la Madrugada, cuando entró como un yegua desbocada la Gata Natacha dando alarido de dolor. La habían envenenado, pero lo trágico y sorpresa fue para los que estábamos allí, al no darnos cuenta de la desaparición del cadáver del felino. El señor Juan de la Madrugada, consternado con la acción inesperada, se marchó sin afeitarse al entrar a su dormitorio se encontró con el cuerpo sin vida de Laurita y comenzó a llamar a Isidra la que no aparece ni en sombras. Juan de la Madrugada estaba doblado sobre el sufrimiento viendo el cuerpo inerte de su hija, tirado en el suelo… ni sus otras hijas supieron que Laurita era su hermana.
-La tuve en la sombra como un misterio como un fantasma, como una quimérica visión, como la que se observan en los caminos largos sin curvas, musarañas de la imaginación. Vivió como un espantajo, fue para mí un capricho compañero de la oscuridad.
-Cómo ahora explico la desaparición de Isidra, que se muere con Laurita, ambas fueron flores de mi ilusión.
La gente se fue enterando de lo ocurrido y en la sala de la casa, de don Juan de la Madrugada, ya no cabían parados. Era prima noche y nadie sabía donde estaba el cuerpo de la difunta.
-El cuerpo de la difunta se ha esfumado, le dije. Me escuchó como el vuelo de una mariposa. Los vehículos pasaban muy rápido esa noche. Los perros ladraban en las calles. Los gallos en la pradera comunicaban la ida de Laurita, y encima de la cama, que fuera de Isidra, una gallinita prieta cacareaba mientras un huevo suyo machaba la blanca sabana. Los allí presentes fueron a la cama para ver de cerca el espectáculo, de la cama de Isidra gallinita, que ahora tenía docena y media de huevos grandes… Amadeo se lo dijo a Juan de la Madrugada, quien se desmaya causando pánico en los presentes.
Entré a la casa y hallé a mi hermana bañada en una fuente de lágrimas.
-¿Qué te pasas? le pregunté pero no dio respuesta, continuó llorando, me senté a su lado y peiné sus cabellos con mis manos, se fue pegando y retiró la correa de las trabillas del pantalón. Me hizo recostar a su lado por decisión suya. Ya oscurecía y le expliqué lo ocurrido con Laurita y con Natacha y no se sabía para donde andaría Isidra. Narcisa volvió a llorar pero no como antes, ahora con hipos constantes, me levanté y eché agua en su cara, y lentamente se quedó callada. Narcisa y yo oíamos lo que hablaban, los que se paraban en la calle, ella me agarró las manos y, las llevó a las mejillas
–Tengo fiebre-me dijo… y los perros aumentan mi temor… y sin saber cuando, se habia aprendido los versos, del poema “Carta de Muchos” conocido en la voz de Indio Duarte, que cuando pequeña su padre leía a su madre…comenzaba…diciendo
-…”mi saludo es un pañuelo… voy a decirte adios en mi carta... yo no se que me ocurre ni se que me pasa. Me tiro del catre al suelo me echo del catre de espaldas, quiero llorar y no puedo y me ahogan estos nudos misteriosos que las amarguras atan… estoy solito en mi rancho, me quedo solo en la casa…” y concluye con la parte que dice Ladran afuera como si vieran fantasmas y alumbra mi pensamiento candiles de luces malas
Cuando los perros ladraban, Narcisa llegó al clímax con la repetición tipo mantrás de los versos del poema Carta de muchos, Silito, que no salía de su vivienda, ni para ir a la banca a comprar la lotería, vino a contarme haber visto a tres enmascarados sacando un bulto a toda carrera de la casa del señor Juan de la Madrugada, y deslizarse desde mi barbería hasta la zona escolar. Narcisa se había recuperado y marchamos a la casa y fue cuando nos enteramos que de docena y media de huevo que aparecieron, en la cama de Isidra la gallinita, nueve sacaron cocoroteros con rabos de gatos pero con picos de gallinas japonesas. Nadie sabe explicar lo que son los Cocoroteros, la mamá de la maestra que conoce de esas cosas de misterio fue que llamó al fenómeno con el nombre cocorote. Se refería un pueblo venezolano… donde decían su abuelos que allí quedaba el infierno…pero esa misma vieja, hoy lo demiente… los ochos cocoroteros volaron en busca de los cuerpos de Laurita y de la Natacha.
¡-Señor Sergio! ¿No ha visto a Luisa?
-¿No señor, no la he visto!
-¿Y usted don Silito, no ha visto a mi hija?
No estoy seguro, pero creí haberla visto en la iglesia junto al señor de la Madrugada.
Cuando fuimos a la iglesia buscando al señor Juan De la Madrugada, esta estaba cerrada. Vimos unos tres policía que patrullaban las calles Rafael Fello Fernández y la Evaristo Cruz, nos movimos por la calle de los Bocaeros, y allí estaba un cuarto policía conversando con alguien que no pudimos identificar. Narcisa continuaba con afiebrada les temblaban las rodillas por eso optamos por volver a la barbería, como era media noche fuimos a la casa. De paso vimos que la casa, de Silito Jiménez García, estaba con luces encendidas, las hojas del viejo Amón centenario brillaban con las luces de la casa algo menos que por las de las amarillas de las estrellas. Para mi esa sombra tan fría del Anón era un santuario de hojas muy verdes y muy frescas. De repente de una de sus ramas salió un ave de extraordinario vuelo. El ruido despertó energías en mi hermana que se apretó a mi cuerpo buscando protección. Según mi parecer era un Búho, considerado ave de malas mañas que ejecuta en la noche, fue traía a nuestra isla por los invasores imperialistas españoles, los días de la conquista, mide casi 45 cm. de altura. Es de color rojo con líneas negras cruzadas, con el pico como camino tortuoso, y los ojos son dos viejos bombillos cansados por el uso, muy a fuera de la cabeza. Juh este animal tiene plumas parecidas a dos orejas humanas.
-Esa es la casa de Silito Jiménez García- le dije a Narcisa- que preguntó por el residente.
-Ese individuo es algo fuera de lo común, tiene cosas en su conducta que lo singulariza. Cuando la invité a decir algunas me dijo
-Parecía un Tontón macute.
-Unjú le dije y me di cuenta que se esta mejorando. Continuó mencionando cualidades que a ella le parecían extrañas en Villa Real, vive sólo, se ha dicho que esta villa es para ex presidiarios, para concvitos. De él no se conoce nada. No tiene un solo pariente en la villa. ¿No crees que en algo haya una falla?
-¿Cómo así?
-¡Claro…! El no llena los PRE requerimientos, para ser miembros de nuestra comunidad. Fíjese hermano mío, que en la puerta principal de la casa, hay una imagen de un investigador, observando algo con una lupa. Pienso que buscan cuentas donde puede haber muchas falsificaciones y fraudes… te doy sólo esas muestras porque no necesitas más, ya se que no las requieres, pienso que anda de mi parte para el caso, me parece que debemos continuar sus pasos, hasta que sepamos detrás de cuales anda él.
-Fíjate- le dije- no sabemos- de qué ese hombre vive. Cómo come…? ¡Quise decir con qué cobre sus necesidades?
-De eso están llenas estas aldeas. Yo pienso que es un agente del gobierno. Luego, de tres horas, que han ocurridos los hechos, ese individuo ha salido 12 veces, y se ha cambiado de camisa tres. ¿Por qué será?

En la casa de Juan de la Madrugada la policía de villa Real, bebía tragos con los asistentes al velorio de Laurita, de quien no se conoce el paradero del cadáver. En el fondo estaba sentado el señor Silito Jiménez García, a quien entregaron vino casero de arroz con aroma de ajonjolí. La gente comentaba horroriza la forma que se había esfumado la difunta. Comenzaban los juicios y las especulaciones, llegando a decir que el que secuestró el cadáver, estaba ligado al grupo, que secuestró hace cuatro meses, a Duldenia de las Amapolas y a Elda de las Vírgenes, hijas también de Juan de la Madrugada. El miedo, en la casa de Juan de la madrugada, se convirtió, esa noche, en una negra sábana, que la gente consumía como platillo obligado. Se apoderaba de todo el que miraba hacia la calle o pensaba en el secuestro. Narcisa que tenía dominio acabado de Seguridad, calificaba las acciones de las últimas 4 horas en Villa Real como Secuestro emocional y dijo, es una violación múltiple de la custodia del cuerpo de un difunto, que a pesar de la categoría de inerme se constituye en victima, podría ser visto como un acto de necrofilia, en los extremos finales.
Silito Jiménez García es de baja estatura, delgado. Piel de guayabas maduras, algunas veces se amantequilla, tiene ondas en el pelo, posee orejas como abanicos hechos con periódicos. Las manos son pequeñas casi siempre limpias, nariz altanera y petimetre. Luce agradable con las gafas negras para sol. Sus ojos color tamarindo en el día y en la noche como los guandules secos, le ponen una categoría relevante cuando parece que piensa en algo importante. Es algo simpático, introvertido… desconfiado cuando bebe ron Brugal, parece tener escasos amigos Silito es responsable, inteligente, con mucho poder imaginativo y creador de trucos y triquiñuelas policíacas. Vive solo y como personaje es muy poco lo que se conoce en villa Real. Hay quienes lo ubican como un reducto de los cocuyos de Petán y de Fausto Caamaño Medina.
De la policía de la Villa, se conocía que eran frutas pocas apetecibles era bazofias sociales que agarraban con sus manos de zapes, más que Julián Javier en sus tiempos mozos en la segunda base de los Cardenales. Los que me cuestionaron, en la noche del otro día, que volara el búho en la casa de Silito, luego los hicieron a Narcisa, alegando la existencia de papeles hallados en el cuarto de Laurita, donde la liga, la relacionan con la tienda de cosmetología que en proyecto tuvieron, Luisa declaró que Isidra permaneció cinco horas encerrada en la biblioteca mía, en mi hogar la misma noche, después del cumpleaños de Juan de la Madrugada.
La casa de este funcionario del imperio es la más pequeña, tiene dos habitaciones, una sala comedor, un baño y una cocina muy pequeña. El patio tiene una mata de Anón muy frondosa… cultiva hortaliza y apiario. Cecilio Jiménez Mejía, no era un agente secreto, pero actuaba como tal, fue enviado a Villa Real, a censurar la conducta de los residentes allí. En verdad no sabía si pararse en el pie derecho o en el izquierdo, no sabía a cual iglesia pedirle, porque su molino asimilativo, le decía que los villarealitanos eran piezas de un juego obsoleto, los residentes allí eran recuas de mulos y unas cuantas mulas, que no procreaban. Era una comunidad en retroceso porque no se veía nacimiento de un nuevo habitante. Los hombres no engendraban. Había perdido el don de ser padre y madre por ser flores incestuosas. Era una comunidad inerte carente de alegría. A los habitantes le habían extirpados los estímulos, las motivaciones. Sus huesos eran de tallos de lechosas. Silito, el apodo de Cecilio Jiménez García, era un fiscalizador policial, especial actuaba como soldado, pero era un peón en el tablero imperial, llevado a los lugares donde tienen intereses a marcar como a reses a humanos que no le rezan al mismo santo. Había perdido las iniciativas, ni siquiera vivir en su casa con una hermana o comadre. Había sido soldado de la tiranía y de los doce sacos colorados, lo sacaron sin pensión y hasta sin recuerdos. Ahora vivía como si fuera un pastor de un rebaño de mortales que se diferencian de los cuadrúpedos porque aun algo ellos piensan. Se la pasaba fumando flor de campana, anamú, de rosa de Perú, también flor de cayuco disecadas, se parecían a los hombres y mujeres de la España Boba. Pero seguía amando a Elena, mujer morena de cabellos rebeldes con cara ovalada, orejas pequeñas, labios morados con dentaduras tan blancas que parecían perlasen la generalidad adornaba su pequeña cabeza con un manto de percal. Sus superiores lo obligaron a dejarla para que fuera a vivir a Villa Real. Cuando la recordaba, sus ojos se lavaban en un gran charco de lágrimas amargas que lo ataban en aquella plaza de hombres y mujeres que se amaban sin miramientos, con pocos adornos de mal gusto y superfluo como en algunos roperos. Como la policía local no encontró el cuerpo de las difuntas entró a la habitación donde dormía se terció su revolver calibre 38 Smith and Wesson Especial, llegó al cuartel miró al interior cuando comprobó que no había nadie escribió algo que puso sobre el escritorio. Llegó a la casa de Juan de la Madrugada, algunas pintas de penas intentaron invadirlo, pero que rechazó dándose un codazo en los hijales como si hubiese sido un caballo.
– ¿Cómo está señor Juan?
-¡No estoy Bien, Silito!
-¿Qué ha sabido, señor Juan, de las desaparecidas?
-Pienso que la policía anda delante de las pistas. Es para reírse o para llorar. En verdad, oí que dijeron, anoche, cuando estuvieron viéndome, que las pistas eran muy seguras.
-¿Usted lo cree, don Juan?
-Claro que no, no puedo creerlo…! ¡No se por qué no debo creerles!
-¡Quería saber su parecer!
-¡Señor Cecilio, Jiménez García dijo Juan, que otra persona parecía, siéntese por favor, tenga la silla, venga para acá!
-No don Juan, tengo que ir, voy a realizar unos mandados.
Cecilio Jiménez García de apodo Silito, era oriundo de la jaiba, comunidad cerca de Montecristi, como del infierno. Estuvo poco en centros escolares, aprendió a leer con sus padres, hermanos de su madre y con los abuelos, que le rodeaban de cariño porque sabía montar mulas y yeguas, no importaba que estuvieran cimarronas aún. Lloró mucho el 19 de Junio del 1949 fecha del desembarco guerrilleros por Bahía Luperón, que dirigió Juancito Rodríguez García, cuando a la casa de su abuelo las autoridades llevaron el cadáver de José Ismael Jiménez García, su hermano muerto en el desembarco. Como los habitantes de Villa Real, es un ex presidiario, acusado de tráfico con resinas de maderas y unas que otras hojas de contenidos prohibidos.
En la tarde del otro día de la muerte y secuestro de los cadáveres, estuvo donde Luisa y don Amadeo Merejo del que quedó impresionado. Le contó que yo y Narcisa éramos amigos de Isidra y del mismo Juan de la Madrugada. A partir de esa información Silito Jiménez García nos visitó catorce veces, quedando revelado como agente inspector de Policía.
Días después me visitó en la barbería, le pregunté por el propósito me respondió que buscaban al o a los culpables. Yo moví la cabeza como de costumbre. Después dije, ah bueno. ¡Qué bueno!
Ese día andaba con el búho en el hombro izquierdo como un zorro de la investigación. Narcisa me miró riéndose complacida.
Le ofrecí ensalada verde, tomate y repollo se sirvió en un pedazo de casabe enmantequillado, después cogió dos lonjas de carne de res a caballo que Narcisa preparaba en jugo de tamarindo y toronjas.


FLOR DE INCESTO.
NOVELA DEL PROF. VICTOR
Capitulo Nueve.

Amadeo llamó a Luisa desde el sanitario, donde pensaba que duraría algunos minutos. Hablaron de Silito Jiménez García que suponían las funciones que estaba ejecutando. Era un enviado del gobierno, dijo Luisa. Amadeo la oía con mucha atención, sin dejar de estregar el cuello que enjabonaba con suavidad y bastante ternura. Luisa lo quería mucho por que era una máquina de fabricar caricias, su repertorio de amante era infinito. Siempre traía algo para servir como nuevo. Lo último fue el beso en la planta de los pies acabaditos de lavar. Según, los caprichos de Luisa, más que amoroso era terapéutico sensacional. Permanecían en el baño largo rato, hablando de lo que sea o fuera, de las ganancias que tuvieron en la cosecha. Ahora pensaban cultivar la tierra de Juan de la Madrugada de hortaliza y de frutas como la chinola, enredadera que arropa la copa del árbol que la sostiene, sus hojas corazonadas con puntas estrelladas. El granadillo este es muy parecido a la chinola es una enredadera de fortaleza de acero puede sostener grandes peso sin romper en principal, las flores son blancuzcas en fruto es parecido a la lechosa y el jugo muy sabroso y fresco.
La propiedad del señor Cecilio Jiménez García, queda a tres kilómetros del centro de Villa Real, en La Hacienda La Jaguita, del perímetro del Mamey de las Charajimas, de las Lajas. Lugar donde se cree que están los restos de la Gata y de Laurita. Conocido como el santuario de las Lajas donde Laurita, desde pequeña, creyó en la existencia de las piedras más preciosas, de las gemas orientales, traída en Acémilas desde Isabela a ese lugar, por un grupo de mafiosos bucaneros del siglo XIV, piratas saqueadores de las riquezas de los curas Jerónimos.
-Pues si no lo desee no lo crea, compadre, pero eso lo decía Laurita, que era conocedora de basureros, y de las perlas y de otras cosas mejores. Estuve esa tarde sentado en mi biblioteca recibiendo las atenciones de Narcisa que se estaba recuperando luego de las impresiones de las últimas 67 horas. Pensando en los planes de estudios y de trabajos que esperaban en escritorios y en las gavetas, también en las necesidades de Villa Real.
-Las juntas de vecinos había que renovarlas. Sólo existían en acciones burocráticas, eran infuncionales. La junta Juana de Chang, se reúne tres veces en el ano y no tiene proyectos ni planes a desarrollar, lo mismo ocurre con la Evaristo Cruz, dirigió la reparación del camino vecinal Los Medina, Limpió el cementerio, por compromiso adjudicado, durante el año pasado, administra, por adjudicación también, la limpieza de la toma del agua. Visité a Juan de la Madrugada, y me di cuenta que las investigaciones no avanzaban.
Juan de la Madrugada soñó con una pequeña mujer tenía deficiencias mentales que en apariencia era un morón. Parecía que las deficiencias suyas eran congénitas. Me contó que la cara de la Morona era la misma de Isidra, pero que no lo dejaba avanzar hacia donde se dirigía. Obstaculizaba sus pasos.
-Me cerraba el camino, abriendo los brazos, parecía una cruz. ¡Me llamo Angelita! me gritaba. Me enamoraba, se entristecía con facilidad. Pienso que había una fuerza muy poderosa que se cruzaba en mi camino, para poder cortar y avanzar pedí la intervención de mi abuela con su varita mágica. De esa manera llegué a la casa donde me dirigía.
En el sanitario en la residencia de Amadeo el escándalo fue escalofriante mientras se amaban como en otras y muy largas ocasiones, la gata Natacha enjabonó las espaldas de los hermanos amantes. También- dijo Lucía- haber visto como el cuerpo suyo se convertía en el cuerpo de Isidra, pero en términos vitales, era ella. ¡Segura estoy que era yo en el cuero de ella! Todavía al recordarla me da miedo y me produce calambres y tembloresen todo el cuerpo.
* * * * * * * * * *
Pasaron varias semanas desde que enterramos los restos fúnebre de La Natacha, para aquella ocasión Juan de la Madrugada, invitó a un grupo de sus amigos a una cena sencilla y muy familiar. Allí agradeció el apoyo que la población de la villa le ofreció y en su parecer continuaba otorgándole.
En el comedor, estábamos junto a el a su derecha, el señor Cecilio Jiménez quien con la tragedia de la familia de los Hiraldo, salía de un anonimato muy espectacular, Narcisa y nosotros, en su frente, vestida de negro se hallaba Luisa, de quien se supo que era su medio hermana a la derecha de ésta, estaba algo sediento, el señor Amadeo. Éramos una docena de personas, las que oímos cuando nos informó que se ausentaría de Villa Real por pares de semanas. Dijo visitaría a Eduviges Holguín, empresaria del espiritismo. Luego que Amadeo quiso saber que significaba en verdad, el concepto dije yo, es una escuela o logia sistema o doctrina, que los seguidores suponen que por un túnel llamado caballo, o méduin se pueden comunicar el mundo de los muertos de la oscuridad y con el mundo de los otros espíritu. Cuando nos marchábamos Luisa se acercó a Juan de la Madrugada, su medio hermano, el le colocó el brazo izquierdo en la espalda mientras ella le explicaba lo sucedido en el baño de noches anteriores, cuando su cuerpo, en el parecer suyo, se trastrocó por el de Isidra. El momento fue muy corto para que Luisa diera un gruñido felino y sin saber de donde lo había extraído fumaba un largo cigarro negro, y su cabeza adornada con una pañoleta rojiza. Nos dejó con la sangre helada a todos los presente. Y cambiando de voces como si se oyera el merengue la muerte de Martín, decía es una doctrina nacida en los caminos del río Cena, entre el los atardeceres del siglo XVIII y en las madrugadas del Siglo XIX, comenzó a leer un libro de Allán Kardec espiritista francés nacido en el año de la independencia de Haití, muerto 65 años más tarde. Luisa dijo con voz amerengada podemos decir que el individuo espiritista es un filósofo observador de la idiosincrasia de los espíritus y los vínculos con el mundo físico, de los cuerpos orgánicos principalmente. Después y en estado de sosiego, la gente creyó que el sufría en lo interior de sus interiores. Nos fuimos alejando de la casa de Juan de la Madrugada.
En otra circunstancia, pero en villa Real, en la cercanía de la vivienda de Cecilio Jiménez García, borrachos y comparsas llegaban haciendo algazara y musarañas febriles esta vez fuera de temporada.
– ¡Tú si jode Mario! Dijo una voz extraña.
-¿Por qué jodo yo, José?, ¡tu no jode! ¿Verdad Ignacio, verdad Miguel?
-Juh, es cierto, tú le teme a los colores. ¡Je, je, je!
-¡Usted ni come ni bebe!
-¡Ukú! eso es falso y usted lo sabe…! Míralo parece una gallinita culeca. ¡Oye… pero, qué boniiito! ¡Jo, jo, ju, ju!
-¡Qué pendejo, comiendo garzas! Comiendo cangrejo, habiendo tantos platos de caviar.
-Juh, yo sigo como siempre comiendo mondonguito y pichirrí de pollos.
-Igual haré yo gritó la voz, de esos comen mis abuelos y continúan viendo las hamacas donde los mecieron. Los come Caviar no llegan a ver la película de las tres. Ju, ju, ju! Juan de la Madrugada estaba ahí sentado en la pared de la cafetería de Domingo el albino, bebía café encendiendo un cigarrillo tras del otro, regurgitaba como un chivo castrado, cruzó las piernas sacudió su cuerpo porque creyó escuchar los alaridos de la Natacha…
-¿Y que tengo yo que ver?
-¡Por mi parte que se vaya, por donde vino…!
-¡Aguacates verdes y maduros! ¡Guineerooo! ¡Guineos! -¡Piñero, piñero: Piñero, piñero!
-¡Coco de agua!... ¿?
-¡Señor, señor… señor! ¿Va limpiar?
-Sí, límpialos, pero hazlo con sumo empeño, cuídame las medias, anda muy despacito, no te desespere, respondió displicente, aunque algo metódico, el señor de la Madrugada.
– ¿Señor, por qué llora usted, señor?
La tarde estaba reluciente, era 16 de septiembre de 2010, a las 5: 37 minutos, momento de brindar café, en Imbert de los Cañafístolas, el aroma salía por los portones de las casas y entraba por los ventanales de la memoria de don Juan de la Madrugada que buscaba a la Méduin Holguín. Mientras esperaba que limpiaran los zapatos mocanos, es decir fabricados en la ciudad de Moca, lugar del ajusticiador de Lilis, en términos mentales entraba al congreso nacional a conseguir cambios para Villa Real. El partido blanco, que era el de su simpatía, había triunfado. Habló con quien tenía que hablar, siendo oído por quien debía oírlo regresa 15 días después con árganas de esperanzas. Tenía un nuevo perfil, con los cabellos largos y cejas afeitadas. Se creyó que Villa Real no lo reconocerían como otro tanto sucedió en Villa Dignidad donde permaneció juntando criterios y fabricando juicios contactando amigos y comadres, a fin de que fueran a residir a Villa Real a partir del 23 de Agosto del 2011 donde ocurrirá hasta el cambio de los nombres de las esencias vitales de los compuestos químicos. Pondremos nombres de militantes caídos en las luchas por la libertad general del pueblo, y de la particular de Villa Real, hasta los de los postes del fluido eléctrico, claro si lo deseas ahí va uno de esos nombre. Manuel A. Tavarez Justo es conocido en el mundo entero… pero en Villa Real no se conoce lo ocurrido en el Limón y la Berrenda allá en Bahoruco, tampoco en los Quemados y en la Horma, en la parte oriental. Me voy a permitir leerle algunos nombres que deben ser elevado a las alturas del pedestal de la historia dándolos a conocer como lo hizo, en el siglo pasado, el maestro eruditos e historiador Tulio Hostilio Arvelo, en la revista Ahora, en las paginas 737 del 26 de diciembre del 1977… que copiamos parte de los nombres de los protagonistas en aquellos frentes para restituir el gobierno del profesor Juan Bosch.
En la Horma, entre San José de Ocoa y Valle Nuevo, murieron. Hipólito Rodríguez Sánchez (polo). Jefe del grupo de los Quemados, Adolfo González y Negro Rodríguez de Jesús En esa misma fueron capturados. Arsénico Ortiz Fernández (cubano), Francisco Peralta Trinidad, Arturo Romero, José Rafael Pérez Modesto, Gonzalo Pérez Cuevas, José Altagracia Suaso, y la Dra. Carmen Lora Iglesias (Piky) En Loma Colorada, jurisdicción de San Francisco de Macorís Fueron capturados. José Chaljub Mejía, Luís Adolfo Domínguez, Dr. Abel Rodríguez del Orbe, José Aníbal Guzmán, Cruz Peralta y Homero Hernández, (este último sería muerto años después por una patrulla de la Policía Nacional, en una calle de Santo Domingo) En el calvario de Nagua. Fueron capturados. Manuel de Jesús Checo, Dr. Nathanael Díaz González, Emil Elías Esmurdoc Ariza, Juan Lantigua Javier, Aquiles Reynoso Paulino, Oscar Edgard Cabral Rodríguez, Ramón Euclides Morillo Martínez y Reyes Saldaña En Villa Nizao, Enriquillo Capturaron a. José Antonio Moquete Capell. Juan José Javier Reyes. Gil Alberto Pérez Rijo (Belisario). Lilo Coss Batista, Dr. José Dionisio Bautista Fabián, Ángel Luís Pertnella Ceballo (de nacionalidad española) y Federico Cuello Dávila El Fondo, Polo, Barahona. Fueron capturados el Ing. Jaime Capell Bello. Dr. Enrique Batista Gómez. José Hungría Sánchez. Raymundo Cuevas Sena y Nelio Hernández Bautista En la Región Este Murieron. Rafael Faxas Canto (pipe). Herniquillo Almánzar. Caqui Meléndez y Minaya Fernández En Pedro Sánchez Fueron capturados. El Dr. José Antonio Contando y Cristóbal Romás (Cristobita) En la Región Septentrional Murió Félix Jerónimo Escaño Peña y fueron capturados. Edmundo Díaz. Ing. Daniel Matías. Francisco Tello. Dr. Sostenes Peña Jáquez (más tarde muerto en el asalto a San Francisco de Macorís durante la Guerra de Abril de 1965) y el Dr. Juan Miguel Román (muerto heroicamente en el asalto al Palacio Nacional durante la Guerra de Abril de 1965) En Los Quemados, Bonao. Fueron capturados. El Dr. Juan José Matos Riveras. Marcelino Grullón Jiménez. Teódulo Radhames Guerrero, Dr. Bienvenido Aquino Pimentel, Benito Alejo German Vargas, Arquímedes Pagan Feliz, Eduardo Rosa Aristy, Ing. Manuel Lulo, Antonio Mirabal Jiménez, Julio Lora Genao, Freddy Reyes, Marcelino Antonio Rosado, José Romero Bello Suriñach, Julio Enríquez Montandón, Marcelino Antonio Vargas Jaquez, Zoilo Batista, Hugo Alberto García Muñoz, Ángel Rafael Abud y Manuel de Regla Medrano.
Quiero recordarles que he copiado estos nombres por respeto a la memoria del profesor Tulio H Arvelo quien pienso fue el primero que lo da a conocer en conjunto.
Pues si le repito -dijo Juan de la Madrugada- …estuve en Villa Dignidad y me cito: allí “permaneció juntando criterios y fabricando juicios contactando amigos y comadres, a fin de que fueran a residir a Villa Real a partir del 23 de Agosto del 2011 donde ocurrirá hasta el cambio de los nombres de las esencias vitales de los compuestos químicos”. Repartiré mis tierras, no son muchas, pero son mías, y pueden cambiar la forma y manera de 50 familias hijos de la república a vivir con dignidad. El 23 de agosto día del nacimiento de Doña Daniela Arias… será para nuestro territorio, lo que Juana de Arco, es para los Franceses, sin comparar… comprendo que las comparaciones, envenenan las sangres de las burguesías fragmentarias… así en plural, no la quieras disminuir, así como María Policarpa Salavarrieta Ríos (la Pola para los colombiano) heroína independentista., finalmente como Mariana Grajales para los cubanos. Daremos, a partir de esa fecha, las fiestas patronales de nuestra patria chica. Tendremos nuevos residentes en villa Real, vendrán tan pronto esté terminado el complejo habitacional en las márgenes del río martodiego. También llegarán trabajadores de zonas francas, haremos fábricas de pizarras y de butacas para pre primaria y para adultos. Construiremos un cuartel y dos nuevas plantas física para escuela.